prologo

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En una tarde como cualquier otra, como en cualquier parte del mundo. Se ve por el horizonte, el cielo coloreado de tonos anaranjados, y Se escucha a lo lejos en una casa no tan cualquiera, una acalorada la discusión de dos adolescentes, con tonos de voces que desprende una esencia de matar al otro por la supremacía del más fuerte.

-"es qué acaso no te das cuenta?? eres estúpidoooo!!!?"- la chica rubia grito con enojo y desesperación, frunciendo su ahora dos cejas.

-no querida, no creo que lo sea....no tanto como tú...-quedo meditando sus palabras, para verla a los ojos y decirle-vas a cometer una gran estupidez – dijo con lastima y enojo; un chico rubio fornido.

-lo dices tan fácil...sin pensar que ...- dice en apena un murmullo con la cabeza agachada, para luego levantarla y volver a alzar la voz- "todo fue tu maldita culpa!!!"- lo volvió a mirar enojado, y con la desesperación de gritarles tantas verdades – mira los que has hecho de mi!!- le temblaron los labios.

-no... no me eches toda la culpa a mí, tu quisiste que llegáramos a esto ... maldición dime por qué??- la miro con reproche y ternura

Cuando la chica rubia estuvo a punto de contestar se escucho una voz q venia del segundo piso.

-Olgaaaa!! guarda silencio...no sé por qué hacen tanto escándalo??...que no tienen cosas que hacer "afuera de la casa"?-recalcando lo ultimo

-soy Helga papáa!!- gritando por igual – y no, ..tenemos que ensayar.- mirando hacia el cielo

-bueno dile a tu amiguito Andres o como se llame, que ya es muy tarde, para que sigan ensayandoo!!!-gritando de nuevo Big Bob

-me llamo Arnold- apenas murmuro para que solo Helga lo escuchara, a lo que ella lo miro con reproche

- Bob tiene razón, creo que ya es un poco tarde- Helga lo miro un poco fastidiada por la interrupción.

-entonces...- Él la volteo a ver con un toque de seriedad y diversión -.....no le vas decir que me llamo Arnold??- él sabía lo que venía ahora, después de atreverse a contestarle y reprocharle.

Lo miro con las cejas fruncidas pero con una sonrisa de esquina a esquina -a si??...entonces eh vivido engañada toda mi vida...pensé que te llamabas Arnoldo...- como se atrevía ese cabeza de balón a molestarla, después de aguantarlo toda la tarde..claro que no lo iba perdonar y mucho menos dejársela tan fácil.

Arnold por supuesto contraataco- lo siento "Geraldine"...no fue mi intención que tuvieras una mala impresión de mi - la miro retándola – pero...te perdonare por olvidar mi nombre...que estoy "muy seguro" que te sabes de memoria- Arnold sabía muy bien donde tenía que contraatacar para no salir perdiendo, aun sabiendo que tal vez le iba a costar unos cuantos golpes y reproches.

Esto por supuesto hizo enojar a Helga y lo peor de todo, lastimar su orgullo "muy bien cabeza de balón quieres guerra, la tendrás, y entonces sabrás que es meterte con Helga G. Pataki y Betsy y los 5 vengadores", lo miro con enojo y empezó con su sarcasmo conocido -bueno Arnoldo... quien podría creer que el chico... "ayudo a todo el mundo, porque soy un alma de Dios, y vengo a limpiar al mundo de gente malvada"...es tan...hipócrita, tarado y ...-sabia que lo que iba decir a continuación iba provocar que Arnold se enojara , quien iba pensar que esta simple palabra lo picara en su orgullo -¡¡a-bu-rri-dooooo!! – y no se había equivocado, al terminar esta frase la cara de Arnold se distorsiono por completo, de una cara con una sonrisa de triunfo a una de gran enojo, tenía el ceño fruncido. Helga todavía se pregunta cómo esa simple palabra lo altera mucho.

La reacción de Arnold no se hizo esperar, así que mirándola seriamente y señalándola con su dedo, como si fuera culpable de una gran atrocidad empezó su ataque de nuevo, pero ya un poco fuera de sus casillas- mira...si no fueras..tan..tan...-antes de que terminara con su amenaza fue interrumpido, al escuchar la puerta abrirse. Esto causo que ambos chicos dirigieran su mirada hacia la puerta, dejando ver una cabellera negra hasta la cintura y unos típicos lentes.

-Phoebe!!!- ambos chicos dijeron al mismo tiempo, sorprendido y un poco sonrojados por la acalorada discusión

-perdón chicos..pero estuve tocando..y como nadie me abría decidí entra por mi cuenta – sonriendo tímidamente

-se puede hacer eso? – Arnold dijo algo sorprendido y señalando por el atrevimiento de Phoebe, olvidándose de la pelea que tenía hace segundos con la chica rubia.

Helga que también se había calmado; sabia que se refería a Phoebe entrando a su casa como si nada-pues...créeme que se le ha hecho costumbre..y la verdad a mi no me molesta..asi no tengo que abrirle la puerta cada vez que venga – luego volteo a ver a Phoebe- pasa...Arnoldooo!! Ya se iba .. no es así?? –lo volteo a ver con una ceja arriba.

-si ...ya me iba – se dirigió a un sillón donde se encontraba su mochila, guardo su guion, y se dirigió a la puerta, pero antes de salir volteo a ver a Helga- mañana en mi casa saliendo de la escuela –

-ok..ok... ya vete zopenco- le contesto de mala gana volteando su rostro a otro lado.

- lo que tu digas "Geraldine"-guiñándole un ojo, sonriéndole y saliendo a toda prisa antes de que sea demasiado tarde para su salud física

-maldito cabeza de balón..-murmuro entre dientes enojada, Phoebe solo se limito a mirar y sonreír en cada momento

-sabes Helga ...a veces me pregunto por qué no son novios?- Phoebe la observo con dulzura y con una pisca de seriedad, sin alejar su pequeña sonrisa del rostro.

Helga que estaba mirando la puerta, miro a Phoebe por unos segundos para volver a fijar su mirada en la puerta, se quedo callada por unos segundos hasta que lanzo un suspiro al aire- no lo sé. .. y créeme me lo eh preguntado muchos años...y tú lo sabes bien – volvió a mirar a Phoebe , a la cual miro seria pero no enojada. La Asiática solo le respondió con una sonrisa de comprensión –bueno...vamos a mi cuarto Phoebe – le sonrió

-si- respondiéndole al igual con una sonrisa y siguiendo a Helga

Días normalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora