Un cosquilleo en las manos.
El corazón a 130 pulsaciones.
Tu cuerpo empieza a temblar.
Tus manos no son capaces de sostener nada.
Los ojos se te llenan de lágrimas.
Tú respiración no llega a los pulmones y empiezas a hiperventilar.
Miedo, miedo a mo...
De siempre se ha sabido que la relación más toxica la tenemos con nosotros mismos mientras nos miramos al espejo, porque a la mayoría nos nos gusta lo que vemos. Siempre habrá algo que nos disguste y eso hará que la inseguridad aumente en picado, por eso siempre estamos haciendo cambios constantes en nuestro cuerpo, el color del pelo, las uñas, la ropa,alguna perforación, nos hacemos algún tatuaje...
Yo personalmente, soy de las que se suele cambiar el color del pelo cada dos o tes meses, rubio, luego rosa, después azul, luego morado, paso al rubio otra vez y de nuevo el rosa. Supongo que es porque todavía estoy buscando mi propio estilo y todavía no lo encuentro, también admito que cuando estoy con la ansiedad muy elevada es cuando más cambio de estilo y por eso me canso rápido.
Cada vez que veo mi reflejo en el espejo, lo detesto, se suponía que cuando creciera los miedos iban a desaparecer pero, lo único que he logrado es tener mas inseguridades a medida que los años pasaban. Nunca tuve autoestima, por eso nunca me gustó lo que vi en el cristal del espejo y, honestamente, solo espero que algún día me pueda sentir a gusto con lo que veo.
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