Un cosquilleo en las manos.
El corazón a 130 pulsaciones.
Tu cuerpo empieza a temblar.
Tus manos no son capaces de sostener nada.
Los ojos se te llenan de lágrimas.
Tú respiración no llega a los pulmones y empiezas a hiperventilar.
Miedo, miedo a mo...
A estas alturas me pregunto si alguna vez fui realmente feliz.
Nunca terminé de encajar en los lugares, todos terminaban aburriéndose de mí.
Siempre fui esa persona que se mantenía al final de la clase, porque cuando estás sola, la única opción que te queda es ponerte a observar. Porque mientras más observas a las personas, más sabes de ellas sin tener la necesidad de acercarte.
** Es agotador sentirse siempre así, sentir que no vales nada, porque al final de día seguiré siendo esa joven que intenta ganar la lucha de su cabeza. Porque al final del día, sigo buscando el camino por el que debo ir, porque lo único que intento es ser feliz, pero a veces es tan difícil...
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