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En un trabajo como ese era peligroso encariñarse con alguien, pero fue algo inevitable cuando conoció a esa chica, la única chica en la sección, la persona que la guió en sus primeros días.
-puedo acompañarlos- intento una última vez
-el jefe subaru dijo que no- acaricio su cabeza
-tengan cuidado por favor, se que solo deben ir a recoger a un escuadrón, pero aun así es peligroso-
No solo le tenía un cariño increíble a la chica, sabia que estaba enamorada y eso le ocasionaba una preocupación enorme. Toda su vida creyó que le gustaban los hombres y aceptar que gustaba de una mujer no fue difícil, pero se preguntaba todos los días que podría pensar tendo ¿la odiaría? ¿Le daría asco?
-terminamos el trabajo ¿te gustaría ir a comer?-
-salgo para la estación-
Salió corriendo recién terminó la llamada, estaba ansiosa por saber como le fue a su compañera y si estaba bien. Llego puntual al lugar donde no dudo en abrazarla cuando la vio, cuando vez una escena así lo normal es pensar que eran muy buenas amigas o hermanas, así que eso la entristecia un poco, saber que a ojos de otras personas o incluso de la pelinegra solo sea eso.
-y viste al demonio con el que tiene pacto-
-alguien de nuestro nivel no puede hacerlo-
Al principio de la platica le había dado un mini infarto cuando escuchó que la sección de makima había sido emboscada, pero no porque le preocupara makima, si no que en la emboscada su querida compañera pudo haber resultado herida, pero no fue así.
-bueno, debemos ir a dar asesorias a la cuarta sección- se puso su saco y se levanto -esta vez si puedes venir con nosotros-
Dio pequeños brinquitos, su seccion era muy sobreprotectora con ella así que no dudo en agarrar del brazo a su compañera y emprender camino hacia el hospital donde estaba el único sobreviviente de aquella sección, antes de que se arrepintieran y la volvieran a dejar sola.
-enserió hará otro pacto, pensé que presentaría su renuncia-
No obtuvo respuesta de su compañera, aunque se le hizo raro pensó que estaba digiriendo la respuesta del pelinegro, tendo era una persona muy empatica y podía ser que le doliera ver llorar a alguien aunque no lo conociera del todo.
-renuncia- lo había soltado de manera muy repentina y se vieron cara a cara de manera seria
-de que habla- no estaba enojada, pero lo que dijo la había confundido un poco -porque quiere que renuncie-
-lo acabo de confirmar- se recargo en la pared -en este trabajo muere mucha gente y yo no quiero que mueras-
-yo tampoco quiero que mueras- se acercó para ponerse enfrente de ella otra vez -así que también renuncie-
-es diferente-
-¡¿cual es la diferencia?!-
-te amo- la agarro de sus hombros -y no podría soportar que algo te pasara, así que renuncia-
La soltó y la dejo ahí, no sabía bien que acababa de pasar, todo había sido muy rápido y aunque tal vez haya sido una confesión, no fue como lo imaginaba.
♡
La pelinegra la evitaba y eso le dolía mucho, sabia que podía ser algún tipo de chantaje para que renunciara lo más pronto posible, pero aunque quisiera, necesitaba ese trabajo al menos en lo que encontraba otro y tenia que soportar la indiferencia de tendo aún cuando se supone que sienten lo mismo
-ella no puede ir-
-son ordenes, iremos todos a tokio-
La pelinegra no podía creerlo, a pesar de su constante rechazo a su compañera, a esta parecía no importarle, no solo le dolía, también le preocupaba, solo quería que ella se alejara de este mundo que las llevaría a la ruina tarde o temprano.
Mientras se preparaba para la salida de su sección decidió tomar algo, a lo lejos pudo ver a tendo, recargada en una ventana mientras parecía pensar en muchas cosas. La quedó viendo un buen rato y comenzó a pensar en lo mucho que le gustaría tener una vida normal con ella, vivir juntas, dormir juntas, despertar a su lado. Suspiro por aquellos pensamientos tan lejanos, estaba decidida a renunciar y a convencer a su compañera de hacerlo también y que se fueran juntas, como en su imaginación
-renunciare después de esta misión- se acercó a su compañera poniéndose frente a frente -así que espero que haga lo mismo-
Ambas sabían que sentían lo mismo así que no había necesidad de decir que era una declaración, pudo ver sonreír a su compañera y poner su mano en su cabeza
-lo prometo-
Quería besarla, no le importaba el lugar, pero la pequeña diferencia de estaturas se lo impedía. Con cuidado, agarro la muñeca de su compañera y tomó aire antes jalarla un poco para poder juntar sus labios, no le importaba nada, el entorno, la gente, las cámaras, solo pensaba en tendo y claro, tendo en su compañera, en su querida compañera. Juntaron sus frentes después del beso y se dipusieron a alcanzar a su compañeros al auto para empezar su última misión y darle paso a la vida que anhelaban.
En el camino se iban riendo los cuatro y de casualidad subaru la dejo de copiloto. Comentaron sus planes de renunciar, planes que fueron apoyados por subaru y kurose. Aunque todos reían, abrieron paso para hablar sobre makima, lo que la hizo concentrarse en sus pensamientos, desde que entraron al auto había comenzado a tener un muy mal presentimiento, pero no quiso preocupar a sus compañeros.
-¡cuidado!-
Después de haber chocado con un árbol y de los quejidos de kurose, su mal presentimiento no se desvaneció y este incremento al ver unas pistolas entrar por la ventana. Por inercia busco una mano, encontrando la de tendo, la volteó a ver lentamente, pero desgraciadamente ambas sabían que era el final. Solo pudieron apretar más sus manos mientras se dedicaban una ligera sonrisa.
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