Capítulo 1

1.1K 98 69
                                    

Desde que en el mundo existen los yokais, onis y akumas, no hay lugar para los humanos en ningún sitio.

Huimos en busca de un nuevo hogar y tratamos de vivir en paz, pero los onis, yokais y akumas no comprenden y solo destruyen todo dejando miseria en cada paso que dan. Ya no hay un solo rincón donde los humanos puedan vivir, los espíritus y monstruos toman ese lugar y se expanden cada vez más torturando a los humanos desde la forma más regular que exista, las la forma más cruel, despiadada y sangrienta....

A nosotros... a mi familia, les toco pasar por lo mismo aunque habíamos huido hasta el cansancio.

Éramos dueños de un restaurante pequeño, no por gusto exactamente, pero tampoco nos obligaban a trabajar. Cuando los espíritus y monstruos aún permanecían lejos, nosotros nos dedicábamos a alimentar ya sea con paga o no, a quienes huían de ellos y no habían probado comida en días.

Llegaron a llámarnos ángeles y a decirnos que nuestro restaurante era de dios.

Nosotros solo sonreímos con unos leves sonrojos y seguimos con nuestro trabajo, cuando meses después, finalmente empezamos a emigrar. Los espíritus y monstruos estaban cerca, empezaron a destruir todo alredor de nuestro amado restaurante, y así fue, una y otra... Y otra.

Y otra vez.

Sabiamos que no podíamos seguir con esto, ya no había lugar seguro, tampoco habían los recursos y usábamos lo poco que teníamos para sobrevivir... Ignorando entre lágrimas y pena a aquellos que nos miraban con esperanza, en espera de un plato de comida.

—Pero ¡¡ustedes son los ángeles!! ¿¡No!?.

Ante el grito de un niño trague con un nudo en mi garganta.

—Ahora ya no pequeño... Ahora ya no.

Nuestro abuelo zeff fue el primero en morir de inanición, y ni siquiera pudimos enterrarlo ya que en medio de su "entierro" improvisado, tuvimos que escapar de los monstruos. Nuestro padre, Judge siguió sus pasos muriendo por protegernos de unos espíritus.

No quedó nada de él gracias a esa terrible presencia maligna, y al notar que cada vez éramos menos y con más nos recursos, poco a poco una gran tristeza invadió nuestro ser.

Hasta el punto donde fuimos capturados.... Recuerdo que nuestra madre estaba muy débil y nuestro sentir de lucha moría cada vez más. Logramos refugiarnos de la lluvia en una cueva escondida, y esa misma tarde, unos onis atacaron a mis hermanos que habían salido al llamado de la naturaleza.

Mi hermano mayor les grito.

—¿¡Que están haciendo!? ¡¡Huyan!!

—¡Ya estoy harto de huir! ¡Es hora de contra atacar! —respondió mi hermano menor mientras golpeaba con una rama a los monstruos. Mi otro hermano se unió a la batalla.

Al menos no murieron, pero quien diría que tratar de enfrentarse a ellos sería tan problemático.... Seguido de todo el desastre de mis hermanos tratando de defendernos, quedaron manchados de sangre y con alguno que otro corte.

Mi hermano mayor les regaño, pero después de eso lloro como un bebé mientras les abrazaba... Mi madre soltó una risita desde su sitió y mi hermana mayor  también río junto a ella. Todos nos abrazamos acercándonos a nuestra madre para que no se esforzará mucho, hasta que escuchamos una extraña trompeta a lo lejos...

—No puede ser... Si los aldeanos tienen razón, los dueños de esa trompeta son... —El mayor de todos los chicos, se asomo por la pequeña grieta que era la entrada y salida de la cueva.

Palidecio antes de tomarnos a todos de la mano y jalarnos hasta lo más profundo de la cueva, donde el agua en el suelo escondía una salida.

—Tienen que irse, naden lo más rápido que puedan, no muy lejos hay una salida y no dejen de nadar por su vida. —Jamás había visto tan alterado a mi hermano, las trompetas se sentían cada ves más cerca.

Si, Soy El Esposo Del General Yokai  ⚡🖤ZoSan🖤⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora