Capitulo II

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Un siglo era lo que Kara llevaba como ser existente en la faz de este mundo, y la famosa sed de su linaje y existencia nunca la dominaron ni por un segundo ,ese frenesí, ese deseo, ella los desconocía por completo, para ella beber sangre era equivalente a lo que los humanos hacen por rutina al alimentarse , solo eso , no tenía un tipo favorito aún así lo único que sabía perfectamente era que tenía predilección como postre favorito a las mujeres,lo cual debía ocultar a su clan , que a pesar de su gran autoridad dentro de los clanes eran los de menor número ,y era obvio que tarde o temprano se tendría que unir al hijo heredero del clan.

La guerra se había vuelto más violenta y hostigante , los clanes ya no solo peleaban contra las grandes camadas de hombres lobo sino entre ellos mismos , las bajas en ambos lados estaban al borde de llevarlos a la extinción pero nada asustaba nada hasta que empezó la desaparición de los sangre pura, el clan Salubri había entrado en un emboscada con los de su propia raza , uno de sus clanes aliados desde el inicio de los tiempos habían sido traicionados y ellos , la cabeza de los Salubri lo sabían, pero sin pruebas era solo agregarle un peso más a la guerra, el pacto con los canes era de máxima importancia y aunque esto les costara perder todo estatus entre los clanes se lo debían a su clan aliado , debían mantener viva la alianza y enfrentarse al clan Tremere no era ni siquiera una opción.

-Zor El de la Casa Salubri - una voz femenina resonó en aquella sala, las puerta se abrió y un hombre de porte hidalgo y complexión delgada pero sólida hizo aparición y de su mano llevaba a su joven hija

- Rhea , señora de la Casa Tremere - el hombre se inclinó ante la mujer que estaba sentada en el centro de aquella sala - nuestras casas siempre fueron amigas y comprensivas entre ambas desde el inicio de los tiempos - la mujer le envio una señal de levantarse

- Zor El nada me complace más que confirmar tus palabras - el hombre sonrió - la guerra no ha hecho más que reducir nuestros numeros , como los primeros clanes no podemos permitir el fin de los nuestros - la mujer se levantó , y se dirigió a los presentes - la casa Tremere no quiere mas guerras , queremos un futuro , un poder más allá de manchar de sangre nuestra tierra , aceptas tu Zor El de la Casa de Salubri unirte a nuestra causa pacifica - el hombre apretó los puños , la verdad lo golpeo tan duro , la rabia , estuvo a punto de mostrar los colmillos pero el suave agarre su hija lo desperto , se lo debia a ella , Kara tendria que soportar quizas por decadas todo lo que se venia pero que eran decadas si podian añorar en un siglo futuro el verdadero futuro para su casa y las de sus aliados eternos , ahora escondidos en la mas profunda oscuridad .

-Mi señora , Rhea , mis señores , La indomable e inteligente Casa de Tremere ! La Casa de Salubri no podría ser más honrado de sumarse a su causa y en señal de nuestra devoción y fidelidad a su casa hacemos entrega de la última hija de nuestra casa, Kara Zor El, para servir y ser parte su casa según sea la disposición de mis señores - la mujer sonrió ampliamente

- ¿No había sido tu hija prometida ya a otra mano?- el hombre hundió los hombros

- La Casa Salubri no ha sido perfecta en sus decisiones pero queremos enmendarnos en este momento , claro si los señores y usted mi señora lo acepta- la mujer se levantó de su lugar y se acerco a el hombre

- Y si nos negáramos? - Zor El entro en panico , tuvo aire tenía que arriesgar el todo por el todo

-de negarnos tal honor y por sincera voluntad hacia con ustedes , solo nos quedaría ofrecer la vida de nuestra última hija y con ella el fin de nuestro clan - el hombre se arrodillo y jalo con él a una joven Kara que solo había podido mantenerse callada , su ímpetu , su orgullo todo lo que ella era había caído desde el primer momento que su padre se había inclinado ante aquella sala , quien era ella para clamar orgullo cuando su padre estaba ahora arrodillado , Kara solo deseo que optarán por su muerte , no podía asimilar que caería en las manos de los Tremere no podía aceptar que viviria solo para ser una sirvienta.

Un Aroma de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora