Capítulo 1

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Camila - En algún lugar de la Patagonia


El viaje era interminable, tendría que haber viajado en avión. Como era algo insegura y venía de un ataque de pánico tras otro, prefirió ir por tierra, aunque tuviera que hacer varias paradas y trasbordos. Debería haberse puesto el saco de mujer adulta y tomar un vuelo, en vez de este viaje eterno, se reprendía a sí misma.

Hacía horas que iba por una ruta sinuosa, donde parecía no haber nada; no sabía ni siquiera en qué provincia estaba. Había intentado mirar Google maps, pero perdía la señal lejos de las ciudades.

Decidió ponerse los auriculares con alguna meditación de las que se había descargado, muy concienzudamente, antes de emprender el viaje para tratar de relajarse. Después de todo, ya había hecho el último trasbordo y la estarían esperando en la estación.

*****

Gaspard - Complejo Vex, Prov. de Santa Cruz, Argentina.

Le había llevado más de un año dejar este lugar como quería. Había comprado una gran tierra, en la que se encontraba una antigua base militar abandonada; la había hecho refaccionar y la puso en funcionamiento como recepción, comedor y algunas instalaciones para los turistas.

Por detrás, había construido un edificio de tres pisos que, al estar en la ladera de una montaña, la primer planta se situaba a la altura del techo de la construcción original, quedando todo conectado por un ascensor. En éste se alojarían los empleados y habría un par de oficinas.

Por debajo del lugar, había ya desde antes dos subsuelos, bastante macabros ambos, pero los había reparado y actualizado. El primero, como instalaciones de servicio: cocinas, lavanderas y otros, y el más profundo, para habitar él mismo y sus "niños", como llamaba a sus acompañantes, a quienes había integrado a su vida casi un siglo atrás; sus nombres eran Raphael y Alba.

Al día de hoy, se habían terminado las construcciones de las cabañas, y el complejo se podía considerar listo. La página web estaba online, tomando ya reservaciones, y su empresa figuraba en todas las páginas de empleos turísticos; todo perfectamente organizado.

Ahora se encontraba en su oficina del primer piso, imprimiendo las hojas de vida de los postulantes, para trabajar en el lugar. Necesitaba cubrir muchos puestos y sus requerimientos para el personal eran bastante particulares.

Volvió la mirada a la ficha que había seleccionado para la dirección del complejo, pertenecía a una muchacha no tan joven pero recién recibida de licenciada en turismo; aunque no tenía experiencia, contaba con muy buenas calificaciones y referencias; además, estaba dispuesta a viajar. Y lo mejor: sus análisis de sangre eran muy buenos.

La chica era de apellido Mayoraz. Al investigar su linaje, pudo rastrear sus ancestros hasta Hérémence y Vex, el lugar del que él mismo provenía.

Un golpe en la puerta distrajo sus pensamientos.

- Gaspard - se oyó luego.

Se puso de pie y rodeando el escritorio fue a abrir.

- Raphael ¿Estás listo? - el hombre tenía el aspecto de un joven de unos 25 años; era alto, musculoso, rubio y su corte de cabello era muy moderno.

- Sí, dejaré a Alba en el pueblo, de ida - comunicó.

- ¿Qué? - Gaspard frunció el ceño. - De ninguna manera.

- Bueno, díselo tu. Sabes que a mí no me obedece.

- Lo haré.

Cerrando la puerta tras de sí, salieron a un vestíbulo en el cual se encontraban unos asientos a la derecha y un escritorio a la izquierda. Más adelante, la escalera y el ascensor.

El hechizo de tu sangre [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora