¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El despertador sonó por toda la habitación, sabía que con ello llegaba un nuevo día de escuela, el último de la semana gracias al cielo, abrió los ojos y se descubrió de su fortaleza, bostezando levemente.
Frotó sus ojos y camino al baño dispuesta a arreglarse para este día.
Una vez que terminó su ducha, se sentó frente al espejo para empezar a cepillar su largo cabello pelirrojo, su padre le había mencionado que su madre lo tenía exactamente igual.
Rojo como el fuego.
Evelyn sonrió mientras dirigía su vista a una foto que tenía de ella en su tocador; era muy hermosa y no sólo eso, también era una mujer muy bondadosa y amable, deseaba ser un poco de lo que ella fue alguna vez.
Fue al armario y seleccionó una falda de mezclilla junto a una playera color rosa, se hizo una trenza en su cabello y salió a la cocina para ver la nota que le había dejado su padre esta mañana.
Ayer había salido muy tarde pues no lo vio llegar, pero la hamburguesa había desaparecido así que definitivamente llegó y como todas las mañanas se leventaba muy temprano para trabajar.
Tomo la nota del refrigerador para leer que esta vez saldría temprano del hospital, a las cinco estaría en casa, sonrió pensando en que podrían pasar una tarde viendo alguna película antigua y conversando de lo ridícula que podría ser.
Estaba siendo un buen día.
—Buenos días —saludó Noah sentado en el comedor tomando un café.
—¿Divertida la fiesta?
—Algo así —se encogió de hombros —terminé vomitando en la playera de Judy.
—Me alegro —dio una sonrisa mientras cerraba los ojos con ello.
— Ya te lo he preguntado muchas veces ¿Cuál es tu problema con ella Lyn? —Noah no sonaba enojado pero si probablemente ya harto de las discusiones de ambas.
—Es divertido imaginarla con vómito—dijo restando importancia.
—Habló enserio.
—¿Quieres la verdad? —soltó Eve mirando fijamente a su primo mientras asentía levemente —Bueno, yo no inicie esto, ella me rechazo y no se porque, de repente... ¡empezó a odiarme! ¡No le hice nada para que me tratará así! —exclamó Eve dejando caer sus manos sobre la mesa.
Noah dejó su taza de café y miró hacia Eve para jalar su mano más cerca haciendo que se sentará frente a él.
—Hey Lyn—le llamó haciendo que alzará la mirada— te prometo que hablaré con ella, ¿sí?, para que dejen todo esto atrás, las quiero mucho a ambas para que estén las cosas así todo el tiempo.
Eve suspiró, mostrando tristeza.
—Judy es muy terca, no te hará caso. Ya no queda ningún rastro de cariño hacia mí créeme.