¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una vez que el autobús se detuvo, la primera que corrió a toda velocidad, fue Deena, no hacía falta mencionar para que lo hacía ella.
Y en su mente solo rogaba para que Sam estuviera bien, de lo contrario no podría perdonarse jamás.
Justo detrás de ella decidieron salir Evelyn y Kate, más atrás de estas iban Simon, Judy y Noah.
Evelyn quería pensar positivo y que todos los que estaban en el auto se encontraban bien; tal vez fueron unos completos imbéciles pero había una linea que no se debía cruzar
Si tan solo no hubiera sido tan inepta para detenerle la mano a Deena.
Cuando alcanzó a llegar junto a Kate vio como Deena ya tenía a Sam junto a ella auxiliandola, estaba sobre la tierra, despeinada y sangrado tanto de su cabeza cómo también de su nariz.
—¿Si se murieron? —se escuchó la voz con aparente entusiasmo de Judith y Eve sólo pudo apretar los puños para controlarse.
—Judy ¡ya basta! — alzó la voz Noah—no puedes estar bromeando con esto.
—Oye, ¿que eso no era lo que queríamos?
—¡No! ¡Nadie quería eso! ¡Solo una mente retorcida como la tuya! — le gritó Eve.
— Ah si—Judy se quitó de su sitio y se fue acercando hasta Eve frente a frente —entonces ¿porque no evitaste qué esto pasará? ¿eh?
Por un momento Eve se bloqueo pero tenía que defenderse a pesar de que en el fondo le daba la razón a Judith.
—Porque tú no dejaste que eso pasará, estás gravemente mal de tus facultades para manipular a Deena y hacer que esto pasará.
—¿Ahora me culpan a mí? —mencionó incrédula Judy. —eres una...
Judith trató de alcanzar a Eve pero Simon se interpuso y puso a Evelyn justo detrás de él.
—¡Oye!, ya déjala en paz—exclamó Simon.
—¡Oh no princesa! ¡No seas cobarde y deja de esconderte detrás de tu noviecito! —esta vez la alcanzó a jalar cerca de su oreja.
—Oye ¡Estas loca! —grito Eve decidida a pelear con ella.
—¡Ya basta Judy deja a Eve en paz!
—¿Ahora la defiendes también? —preguntó Judy a Noah.
—No deberíamos estar aquí— habló esta vez Kate.
Deena ya molesta y cansada gritó a todos.
—¡Ya basta! ¡Cierren la boca todos! ¡Es suficiente!
Después de esto hubo un silencio absoluto.
—Estoy harta, estamos perdiendo tiempo y Sam está mal. —mencionó Deena —Mejor alguien ayúdeme a cargar a Sam. No se puede quedar aquí.