Capítulo 2: EL ENCUENTRO

2 0 0
                                    

Él seguía mirándome fijamente pero se fue acercándose lentamente hacia donde yo estaba, creo que yo también me estaba moviendo hacia él, era como si una fuerza que yo no controlaba me juntara a él, como si ahora que nos habíamos encontrado no pudiéramos volver a separarnos.

Ahora estábamos a solo un palmo el uno del otro, sus labios estaban acariciando mi nariz, ¿por qué tenía que ser tan alto?, nuestros ojos seguían conectados y no dejamos de acercarnos, ¿ por qué no puedo dejar de moverme hacia él?, ¿ por qué me siento tan segura y cómoda a su lado si ni siquiera le conozco?. Mis preguntas se vieron interrumpidas por sus labios, primero fue un suave roce, acariciaban los míos lentamente, pero luego, el beso se fue profundizando cada vez más, ahora era como si nuestros labios se consumieran unos a otros, mordí ligeramente su labio superior y mi lengua pasó por su boca. ¡Genial, ahora era un beso con lengua con el rey!, pero a pesar de ese pensamiento continué besándolo, y él también lo hizo, no podía ni quería alejarme de él. No podía controlar mi corazón, latía a toda velocidad en mi pecho, parecía que se me saldría por la boca en cualquier momento. Y no estaba segura de que, ni siquiera eso, parara nuestros labios.

No había sentido nada como esto nunca, por ninguna de mis conquistas, y desde luego no por Gabriel. Siempre había sabido controlar la situación y lo que sentía, pero esto, esto era algo distinto, no podía controlarme.

-¡Brrrrmmmm!- ese fuerte sonido hizo que nos separáramos abruptamente, era el sonido de un carro deteniéndose cerca, qué hacía un carro en medio del bosque- ¡ Majestad!, ¡ es hora, ya llega tarde! Tenía usted una reunión con los ministros y la comandante como usted propuso, peor por los baches del camino no llegamos a tiempo, ¿sigue queriendo asistir?

Mientras ese señor, quien sospechaba que era el consejero del rey continuaba charlando, yo fui desatando la correa de mi yegua y montándome ágil y sigilosamente y ella. El príncipe salió de su estupor y me observó mirando mi vestimenta, su mirada pareció quedarse en mi insignia de comandante, pareció entenderlo 

- Desde luego, Mortre, ponga rumbo al castillo, pasaré un período allí-

¡Imbécil! antes de que pudiera añadir nada más, cogí la correa firmemente y me largué lo más rápido que pude de allí, aún sentía la mirada ardiente del rey a mi espalda, rumbo al castillo, donde parece ser que iría el rey, quien parece que era mi alma gemela, ¡ay dios, esto está mal!

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 30, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Almas gemelasWhere stories live. Discover now