Infinity ━━ James Potter.

iii. Una rata con uniforme.

▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅ 𝐈𝐍𝐅𝐈𝐍𝐈𝐓𝐘 . . . !!!
Capítulo tres ━━━━━ Una rata con uniforme.

𓄹 綺 ˚ . 🦌 ˚ ✧ ₊ ˚ ❛ 💋 麗 ᵕ̈ ♡ᵎ

¿Creen que los malos ratos son provocados por algo o alguien en específico? ¿Merlín, Dios, Satanás, el universo? O alguna de esas deidades en la que la gente suele creer.

Yo no era alguien que creía en la mala o buena suerte, a pesar de que la abuela de Alice leía cartas, la madre de Peter se quejaba con Merlín, las primas de Sirius fueran a un culto satánico... al menos hasta que en la noche después de mí cumpleaños número catorce, me tope con una psíquica.

Lo recuerdo como si hubiera ocurrido hace diez minutos. Después de un día increíble en París y una tarde de historias con mis padres, decidí darme un descanso en el jardín, y hubiera sido una maravilla, sino fuera porque un escarbato pequeñito, se escapó mientras sacaba su comida. Yo, sin ganas de quitarles la paz a mis padres, que se encontraban leyendo, decidí salir a buscarlo yo mismo. No me resulto una misión tardada, hasta que un cartel con letras color neón llamó a mí atención: «Rosa Melano, psíquica. Venga sin miedo», yo muy aburrido caminé hacia el local.

Con el pasar de los minutos, ya dentro, Rosa Melano aseguró primero que mí alma gemela era un animal, lo cual me dejó pálido. La rubia de rizos cambiaba de visión a cada rato, dijo que el amor de mi vida era un mí mejor amigo, que mi pez se moriría, que alguien quedaría calvo y hasta matarían a mí amiga Maricarmen ―la cual ni siquiera existe―. Toda la información me hartó. Así que, amablemente le dije que me iría pero Rosa no parecía muy alegre con que no la tomara en serio,  así que según, me maldijo, diciendo que cada vez que ella pensara en su hermana, ya muerta, yo pasaría un mal rato... al principio no me lo tome en serio, pero empezaron a pasar momentos vergonzosos, desagradables, espeluznantes, de todo tipo. Así que, me lo terminé creyendo y hasta pedí paz por la difunta.

Y aquí estoy maldiciendo una vez más a Rosa Melano y a Ignacia, la difunta.

¿Qué ocurrió? En clase de herbología, explotó la bomba de pintura negra que dejó Sirius en mí bolsillo por venganza a la bomba de aceite que hice explotar en su cabello. La consecuencia de su venganza hacia mí nos deja empatados, porque ambas cosas son difíciles de quitar del cabello y la ropa, pero, aún así, maldigo que haya explotado no solo encima de mí, sino también de la profesora Sprout y doce estudiantes. Estoy seguro de que el hecho de que esté ahora limpiando calderos en un salón lleno de polvo, es culpa de Rosa Melano. Debió usar a Sirius como medio para hacerme pasar un mal rato, no sería la primera vez que Sirius es poseído.

¡Maldita seas, Rosa Melano!

Después de esto, empiezo a considerar hacerme una limpia. No puedo gastar mí tiempo limpiando calderos o tallando las machas del suelo sin usar magia. Podría leer la torre de libros que me envió papá, jugar ajedrez con Remus, ir a las cocinas con Peter, hacer bailoterapia con James, enseñarle a Sirius a tocar la guitarra, planear bromas o fingir estudiar con las chicas, cuando en realidad leemos revistas muggles.

Extraño hasta los dramas de Sirius y todavía me queda media hora aquí. Tallo el caldero con más fuerza de la que debería utilizar y este se cae al piso, formado un escándalo en el lugar lleno de telarañas.

―El pobre caldero no tiene la culpa de haber sido manchado en un intento de poción ―giro la cabeza al escuchar la voz de Pandora, una ravenclaw rubia, de ojos azules y estilo colorido a la que suelen llamar rara―. ¿Te pasa algo? ―pregunta con curiosidad.

Sus grandes ojos azules bajo sus largas pestañas, me estudian como papá a mamá cuando esta se enoja. Recupero la compostura y le sonrío lo más natural que puedo.