Capítulo 1: Hija de nadie

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***Antes de iniciar con esta historia quisiera hacerles saber que fusione "MARIANA" Y "AMOR Y PODER" en una sóla historia.
Re escribí está historia una y otra vez hasta que encontré porque no me agradaba el resultado. Los cambios son buenos ya lo verán conforme lean la historia, también cambié la carta de mis personajes siendo que estás nuevas caras le dan un plus a la historia. Les pido le den mucho amor a esta nueva versión. No está de más recordar está linda historia que me hizo tomar el camino de escritora.
Gracias por estar aquí y prometo no defraudar con el final.
Los quiere su Loca e irreverente bruja 💚 ***
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Era una chica normal provenía de una "familia" pobre solo vivía con mi madre que era una drogadicta y de mi padre bueno nunca supe nada.
Vivía en una comunidad céntrica y algo conocida.
A los seis años el hambre me obligó a salir a buscar de comer y conocí a Rufina la dueña de una fonda ella me daba comida y yo le ayudaba, ella me alento a seguir mis estudios por más difíciles que se pusieran las cosas, pronto terminaría la carrera de enfermería con honores ya que era la mejor estudiante de mi generación.

Bueno todo comenzó un día lunes regresando de la escuela, al entrar en mi casa estaba mi madre con un hombre de aproximadamente treinta años apuesto muy bien vestido, ellos estaban terminando de conversar. Aquel hombre me vió parada en la puerta solo se limitó a mirarme de pies a cabeza con una ceja levantada, debo de admitir que me dió pena ya que mi vestimenta era pauperrima, pero que podía hacer si era para la único que me alcanzaba.

—Entonces las veo el sábado — dijo el hombre al despedirse de mi madre.

— Si señor, tome, no olvide los documentos— contestó mi madre extendiendo un folder que ese hombre había dejado en la mesa.

Me hice a un lado para dejar pasar al hombre que no me volvió a mirar.
Seguí mi camino a mi pequeña habitación para ponerme algo decente e ir a mi trabajo en la fondita, cuando mi madre entró a mi habitación.

—¿Hija linda ya vas a tu trabajo? Es que quiero platicar contigo de mujer a mujer — ella nunca me había hablado de esa manera.

—Si mamá; pero dime de qué quieres hablar — a pesar de a ver estado muchas veces en peligro por su culpa aún la amaba y la respetaba.

— Bueno sabés que me importas mucho y que siempre te he dicho que una mujer solo vale una vez. ¿Aún eres virgen? — esa pregunta me dejó helada.

— ¡¿Que?! mamá ¿ Por qué lo preguntas? — pregunté un poco alarmada pues esas pláticas no eran comunes entre nosotras

— Mi niña es normal solo me interesa tu bienestar —mi madre trato de sonar maternal.

-— Si lo que preguntas es si he tenido sexo te puedo informar que no, es más ni novio tengo — conteste muy sincera.

—¡Ay! no sabes cuánto me alegro, te amo mi niña—

Ella nunca había dicho que me amaba eso me alegro mucho que no le di  importancia a la visita de aquél hombre, yo solo pensé que era algún prestamista, ya que no era la primera vez que mi padre conseguía dinero.

El restó de la semana mi madre se comportó muy linda conmigo, era un poco extraño pero crei que ella había cambiado y por fin me mostraba un poco de afecto. Mi ilusión creció más cuando me llevo de comparas. Ella me compró cosas como un perfume, maquillaje, un poco de ropa.
El resto de la semana me preparaba el desayuno y me decía que todo iba a cambiar, que yo tendría lo que siempre quiso para mí.

Llegó el sábado y me dijo que había pedido permiso con doña Rufina para faltar a trabajar,  que hoy sería un gran día; asi que me bañé y me arreglé para la ocasión me puse un hermoso vestido de flores que ella me compró, unos lindos zapatos rosas, me maquillé con mi nuevo maquillaje, nunca me maquillaba pero ese día lo hice, me rise las pestañas, coloque rímel, delinee mis ojos y me pinté los labios color rojo me veía hermosa y mi madre no se diga nunca la había visto así, maquillada con un vestido ceñido al cuerpo y unos enormes tacones se veía muy bien aún tenía un buen cuerpo

— Ven Mariana, mi valiosa Mariana, desayuna conmigo — la nueva actitud de mi madre me hacía sentir muy bien.

Estábamos a punto de comer cuando llamaron a la puerta , mi madre se apresuró a ir y entró el hombre de aquel día.

— ¿Porque tardaron tanto? y ¿Dónde está el dueño? — no entendía de que hablaba mi madre.

— No pudo venir manda sus disculpas ¿Dónde está la niña? — pregunto el hombre.

— Mariana ven — me llamó mi madre y yo con un poco de temor me acerque.

Sin rodeos me dijo — Te vendí con este señor — lo dijo sin remordimientos que me dejaron en shock como es que una madre podía ser así de fría con su sangre.

Acto seguido el hombre me tomo del brazo para subirme a su camioneta. Yo me resistí así que mi madre hablo conmigo por última vez.

— Mariana siempre has sido un dolor de cabeza. Sabes que no te quiero, así que mejor ve con ese hombre y verás como cambiara tu vida —

— No mamá por favor no me dejes, te prometo que ya no estorbaré pero no me dejes ir— tenía mucho miedo.

— Deja de decir estupideces, tu vida no me interesa venderte es el mejor negocio que hecho. Ahora soy libre y con mucho dinero—

Me puse a llorar mientras ella les pedía lo que le habían prometido unos cuantos fajos de billetes y droga.
Me subieron a la camioneta  me vendaron los ojo...

Yo solo pensaba en como era posible que mi madre me cambiará por dinero y droga , yo se que desde pequeña nunca me quiso y su odió a mi creció más cuando llegue a la adolescencia ya que ella me veía como rival, ya que sus hombres siempre le decían que yo era muy bonita, entonces ella se molestaba y me dejaba sin comer y me golpeaba dejándome cicatrices desde entonces. Para no hacerla enojar yo no me arreglaba como las demás chicas y siempre intenté hacer de todo para congraciarme con ella pero eso a ella no le importaba.
Pero cuando es que su odió creció tanto al grado de venderme.

Flash back.

Mi madre estaba con un hombre en la casa, se que no podía salir de mi habitación pero me estaba orinando así que salí sigilosamente. Por suerte no me vieron cuando entre al baño pero no corrí con la misma suerte a mi salida ya que el hombre me vio y de inmediato apartó a mi madre de el.

— ¿Cuánto por la niña? — ese hombre de aspecto repugnante me señaló.

— Ella no está en venta papi. Es una niña mal oliente, una sarrapastrosa. Pero yo mírame soy un mujerón — mi madre como siempre ya estaba ebria.

La escoria soltó una carcajada — ¿Tu un mujerón? Que va si ya estás vieja y nada mejor que la carne nueva —

Ese hombre me miraba con lujuria así que aventó a mi madre y camino hacía mi. Yo solo cerré mis ojos cuando oí que mi madre lo golpeó.

— Ella no maldito, vete de mi casa— no sé de dónde madre saco fuerzas y saco a esa escoria de la casa a punta de golpes — Vez por tu culpa perdi a otro cliente. Cuántas veces te tengo que decir que mientras esté con un cliente no salgas de tu cuarto —

Esa noche recibí una fuerte golpiza.

Fin del flash back.

Mi mente iba sumida en esos pensamientos y mi corazón  herido por todo mis recuerdos con mi madre. No podía creer que ella hubiera sido capaz de cambiarme por dinero, hasta donde llegaba su codicia. Mis lágrimas salían no podía ocultar mi tristeza.

No sabía que me esperaba el destino pero tenía que prepárame para todo.

No sabía que me esperaba el destino pero tenía que prepárame para todo

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Mariana.

MARIANA  Amor Y Poder  2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora