➜ 𝚌𝚒𝚗𝚌𝚘

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No fue solamente el repentino movimiento que la mano de Jeno empleó para desabrochar mi pantalón y bajarlo minimamente lo que me dio un tremendo estrestremecimiento de placer, no el extraño y el intenso tono que logré descubrir en su voz

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No fue solamente el repentino movimiento que la mano de Jeno empleó para desabrochar mi pantalón y bajarlo minimamente lo que me dio un tremendo estrestremecimiento de placer, no el extraño y el intenso tono que logré descubrir en su voz. Fue casi como una amenaza, una amenaza que estaba dispuesto a cumplir, y que yo estoy dispuesto a soportar.

Tense mis músculos y apreté la mandíbula cuando los largos dedos de Jeno iniciaron suaves caricias en mi ereccion por sobre la tela del bóxer. No me ayudaba el hecho de seguir sintiendo su respiración detrás mío, su pecho estaba pegado a mi espalda, sus brazos estaban rodeándome simulando una jaula, simplemente para no dejarme ir.

Pasé mis manos por sus antebrazos, que me abrazaban a mis codos, hasta llegar a sus muñecas, no sé si él comprendió el acto o si yo intenté de verdad cumunicarle algo, pero su mano tomó con firmeza mi miembro aún con el bóxer puesto. Aferré mis manos a sus muñecas y cerré los ojos, agradecí infinitamente que no estuviera mirándolo frente a frente, porque esto comenzaba a refrejarse en mí más de lo que yo esperaba.

—No me sujetes, no podré hacerlo bien si me sostienes así— Jeno quitó mis manos de sus muñecas y logró meter su mano dentró de mi bóxer. Dejé ir un jadeo cuando la calidez de su mano me cubrió placenteramente.

Ahogué con toda la fuerza de voluntad que aún me quedaba un fuerte gemido, no estoy listo para ser perra, esperaré un poco más.

Mi mente no dejo pasar desapercibido el tono tan autoritario que empleó en su orden, ni tampoco el efecto que ocasionó en mi cuerpo. Es como si todo de mi estuviera de acuerdo en obedecerle, y el hecho me resultaba increíblemente poderoso sobre mi, porque su orden me gusta, su tono me pone alerta, todo de él tiene una autoridad sobre todo de mi que me hace dudar demasiado, pero me hace sentir muy bien.

—¿Quieres que hablemos sobre el curioso cuestionario que le hiciste a Jaemin, mientras te masturbo?

Fruncí mi rostro, intenté ordenar mis ideas y pensé en su pregunta... Oh, maldito traidor. Yo sólo le pregunté a Jaemin unas cuantas cosas acerca de sexo sin compromiso o como desaparecer de la vida de un amante para no verle la cara nunca en la vida de nuevo, claro, sin que éste se entere. No sé cómo supo que hablaba encubiertamente de Jeno, tampoco sé cómo confíe en él, estúpido Jaemin.

—N-no, no digas su nombre... mientras hacemos esto... joder, maldito sucio. —Na Jaemin sabrá lo que es tener un bonito morete en su cara después de esto. ¿Cómo fue capaz de contarle a Jen? que amigo, no le contaré nada jamás, que se meta sus pinky por el culo.

—¿Por qué no dejaste que yo solucionará tus dudas?... — podía sentir la maldita y condenada sonrisa de Jeno sobre mi hombro, disfrutaba de las reacciones, disfrutaba de su control, disfrutaba de tenerme así, simplemente lo hace y es que es Jeno, él debe de tener el control si no, todo está mal... y bueno, yo solo soy Donghyuck, solo soy yo, y me tiene bajo su control.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗦𝗢𝗠𝗡𝗜𝗔 ;; 𝘯𝘰𝘩𝘺𝘶𝘤𝘬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora