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Las calles de Seúl eran un caos total, el tráfico era desesperante y aún faltaba mucho para llegar a su hogar y Jisung juraba que moriría a ese paso. Había salido tarde del trabajo, pues a pesar de trabajar como modelo casi a tiempo completo, siempre que la empresa necesitaba de apoyo en la edición o en los sets de estudio, no dudaba en ayudar, de todas formas él también era fotógrafo y no le venía mal ejercer su carrera de vez en cuando.

Su hogar estaba alejado de la ciudad, era una casa individual en una zona exclusiva, había sido lo primero que adquirieron cuando se casó con Minho, pues ninguno de los dos soportaba vivir en un departamento de un gran edificio en la ruidosa y sofocante ciudad, y, aunque eso representaba más tiempo de recorrido, valía la pena.

Una sonrisa se plasmó en su rostro cuando pudo apreciar la majestuosidad del río Han, era muy hermoso, pero más hermosos eran los recuerdos simbólicos que este le traía. Fue al primer lugar al que fue con Minho después de su primera cita, el mismo lugar que fue testigo de su primer beso. Sin duda era algo que no olvidaría nunca.

- ¡¿Maldita sea pero dónde diablos está?! - su frustración era palpable, su teléfono celular no estaba por ningún lado y como era de suponer, lo que más le importaba era saber de su esposo, pues Minho siempre le escribía a pesar de la limitación d...

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- ¡¿Maldita sea pero dónde diablos está?! - su frustración era palpable, su teléfono celular no estaba por ningún lado y como era de suponer, lo que más le importaba era saber de su esposo, pues Minho siempre le escribía a pesar de la limitación del tiempo que ambos tenían.

Quería llorar, Jisung era de esas personas que se ponen mal cuando algo no sale según lo planeado, y aunque suene estúpido, lloraba cuando no encontraba algo cuando lo necesitaba.

Después de un momento se dio por vencido, lo más probable era que pudo haberlo olvidado en el trabajo y se dijo a sí mismo que mañana lo encontraría sin problema, y aunque estaba un poco decepcionado, se obligó a mantener la calma. No saber de Minho lo ponía mal, pero su lobo le decía que todo estaba en orden y tampoco sentía alguna emoción negativa mediante el lazo, de  modo que, subió las escaleras mientras se dirigía a su habitación para por fin descansar.

 No saber de Minho lo ponía mal, pero su lobo le decía que todo estaba en orden y tampoco sentía alguna emoción negativa mediante el lazo, de  modo que, subió las escaleras mientras se dirigía a su habitación para por fin descansar

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Un adormilado Chan se encontraba en las instalaciones del aeropuerto en busca de su amigo. Creyó que era una broma cuando el pelinegro lo había llamado a eso de la 1 de la mañana preguntando por Jisung, ya que este no atendía sus llamadas ni mensajes y, como consecuencia, empezó a preocuparse.

♡°¿Y Si Hacemos Un Muñeco? °♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora