♡°¿Y Si Hacemos Un Muñeco? °♡

✧ 08✧

- ¡Aah A-alfa, más rápido! ¡Oh s-sí, ah!

¿Contexto?, pues, todo se resume a que Minho entró en celo. Cuando hubo despertado, al parecer su lobo también lo hizo, sólo que con diferentes intenciones; había sentido un deseo incontrolable por su omega, y ahora se encontraba demasiado sumido en el placer que junto a su pareja disfrutaba.

La escena era digna de apreciar, Minho sobre Jisung, alfa y omega disfrutando de aquel momento tan íntimo, que si bien era intenso y rudo, el cariño y felicidad era desbordante.

Las sedosas sábanas rodeaban sus cuerpos, todo era un desastre, Minho mantenía inmovilizado el cuerpo de su esposo, con una de sus manos sostenía las pequeñas manos de Jisung sobre su cabeza mientras que con la otra, se aferraba a una de las piernas del Omega manteniéndola sobre su cadera mientras se movía ritmicamente dentro de él.

- Como ordenes mi amor.

Sus labios se encargaban de recoger e inspeccionar toda la extensión de la tersa piel de su amado, sus hombros y clavículas eran su mayor tentación, un deleite único que sólo él estaba invitado a probar.

Le encantaba ver como Jisung echaba su cabeza hacia atrás, la manera en como abría sus boca deliniada por sus lindos labios mientras le ordenaba que fuera más rápido, la manera en cómo Jisung demostraba su satisfacción entre jadeos, gemidos y rasguños en su espalda le volaban la cabeza y alimentaban su ego significativamente.

Está demás decir que Jisung era un desastre, pues era víctima del placer y la representación máxima del hedonismo en sí. Minho no parecía querer parar, y claro que él tampoco quería, pues sabía cuánto le gustaba esa posición a su Alfa.

La mente de Jisung era incapaz de procesar todo lo que sentía, sus brazos y piernas estaban amortiguadas debido a la presión ejercida por el pelinegro, su garganta dolía y sus ojos también ardían, todo esto a causa de todos esos gemidos roncos y ahogados, el frenético movimiento de ambos cuerpos y las lágrimas derramadas de sus ojos cristalinos debido al goze y satisfacción.

Cambiando de posición, Minho mantenía las piernas de Jisung sobre sus anchos hombros, y Jisung podía apreciar la manera en cómo el abdomen de su esposo se marcaba en cada embestida de una manera tan sensual y exquisita, y así mismo, escuchar sus gruñidos y alagos hacia su cuerpo mientras le repetía que lo amaba lo llevaba a un estado de inefable felicidad.

Una vez con sus manos libres, Jisung recorría la espalda, cuello y pecho de su esposo de manera desesperada, todo eso era suyo, todo él era suyo, aquel cuerpo tan candente responsable de su desgracia lo llevaba al cielo y al infierno en cuestión de segundos, Minho lo complacía tan bien que sentía que era irreal.

Pronto el nudo hizo acto de presencia, ensanchando toda su cavidad y cuando apenas se estaba acostumbrando a aquella sensación, el alfa se acercó a su cuello de forma demandante y muy gustosamente se había encargado de renovar su lazo, disfrutando del sabor de su piel, de su textura y de su aroma, y, del mismo modo, Jisung le había hecho una, claro que las marcas de un omega hacia un alfa no tenían la misma duración o efectos, pero a Minho no le molestaba, de hecho, le encantaba pues le parecía adorable.

La marca en sus cuellos era algo de lo que estaban orgullosos, pues a más de ser una simple señal en la piel, era símbolo de la unión que tenían con su pareja en cuerpo y alma. Ese día se habían encargado de disfrutar de la compañía del otro, de sentirse y demostrar su amor y gratitud hacia el contrario, porque ambos se amaban y sólo eso importaba.

Y como si fuera poco, del mismo modo y al otro lado del mundo, otra pareja se encontraba en las mismas condiciones, solo que a diferencia de Minho, Hyunjin no había usado protección alguna.