How you really are. [LucKae/omegaverse]

Última parte.

Abrió un poco la puerta sin hacer mucho ruido, se detuvo al escuchar al omega hablar. Sabía que estaba mal escuchar las conversaciones ajenas, su padre lo regañó mucho de pequeño por hacerlo, pero no podía evitar realizar aquel mal hábito de vez en cuando.

—Estás realmente activo, ¿no? A pesar de que te dignaste a patear hasta hoy. —¿estaba hablándole al bebé?  ¿Siempre lo había hecho y no se había percatado? Continuó escuchando. —Lamento que tengas una madre tan inútil, pese a que me estaba esforzando para no causarle problemas al rey... Pero impediste que te causara daño, eres listo, ¿no? —hubo silencio por un par de segundos, el alfa dudaba en si debía pasar en ese momento, sin embargo, antes de poder anunciar su llegada volvió a escuchar la voz del ojiazul. —Realmente espero que seas un alfa, sé que en este reino no hay peligro ni rechazo, pero no soportaría la idea de que pasaras por todo ello. —ese era el punto en el que debía dejar de escuchar, sentía que escucharía algo que el omega no quiere que sepa al ser personal.

—Kaeya, voy a pasar. —obtuvo el permiso casi de inmediato, entró a la habitación con cuidado para no derramar nada de la bebida. —Lo siento por tardar, debía hablar con Bárbara primero para saber que estaba bien. —se acercó al omega quien se sentó al verlo pasar, tomó la copa y se la entregó, el omega la olfateó un poco y puso mala cara al instante.

—Huele a medicina. —parecía dudoso de si debía tomarlo, pero confiando en su esposo le dio un pequeño sorbo. — ¿Tiene alcohol? —parecía alarmado.

—No, no tiene. Sabe de esa forma por la mezcla de ciertas hierbas, hablé con la diaconisa para saber que no te haría daño, dijo que puedes tomarla mientras no sea tan seguido... Es todo lo que puedo hacer por el momento, pero la abstinencia aún debe continuar hasta que nazca el bebé. —la reina no dijo palabra alguna, pero al verle beber y por la expresión de su rostro podía notarse su alivio e incluso agradecimiento. Aprendió a preparar la bebida por las varias veces que su padre tomaba hasta no poder más, para que pudiera continuar con sus labores al día siguiente sin ningún problema, antes le parecía un completo fastidio el prepararla, pero ahora estaba realmente agradecido por haber descubierto la receta, había logrado ayudar a alguien importante con ella. —Me disculpo por no poder ayudar más que esto y por no darme cuenta antes, no te he puesto la suficiente atención.

—Es curioso cómo vas en contra de todos los rumores. —la copa abandonó sus labios por un momento; trataba de disfrutar el sabor que ofrecía e ignorar el peculiar olor que desprendía. —Por las labores que tomo paso mucho tiempo en el pueblo y los civiles parecen no tener una muy buena imagen de su rey. —comentaba con tono de burla. —"Parece muy serio, como si estuviera enojado todo el tiempo", "no he tenido la oportunidad de tratar con él, pero no parece preocuparse mucho por dar una buena impresión", "siento que si me acerco a él podría incluso ignorarme"; ¿qué clase de rey deja que el pueblo tenga esa imagen de él? —observaba el rostro del alfa de reojo, parecía que había conseguido molestarle. —Aunque eso dicen las personas jóvenes, los ancianos son más comprensivos. Dicen que realmente te esfuerzas, que tu seriedad es por todo lo que has vivido hasta ahora al tomar el trono tan joven, que solo buscas lo mejor para el reino. —personalmente pensaba que era una buena persona, se preocupaba por todos a su manera y a pesar de lo serio o amargado que es estaba seguro de lo increible rey que era; había accedido a casarse con él en un inicio por su físico, incluso podría decir que para escapar de su verdadero reino, pero resultó que había sido la mejor decisión de todas; sabía que el alfa había pagado bastante por él y su padre simplemente lo había vendido, pero fue él quien decidió quedarse y no huir después de todo.

[...]

—Parece que hubo un incendio en unos cultivos durante la noche, afectará en gran medida el consumo de alimentos en la zona por un tiempo hasta que se pueda cultivar nuevamente en el área afectada. —comentaba la consejera del rey. —La bodega que tenemos para estos casos fue vaciada hace poco, por lo que no sabemos hasta cuando podremos darle suministros; ellos tienen almacenados para por lo menos tres días.