Un día más

8 1 0
                                    

Como logre sospechar desde un inicio, llegue justo a tiempo, sin un minuto tarde y sin un minuto de anticipación, dios mientras venia en el autobús los nervios me consumieron al saber que  no me había regañado, pero mi jefe no era de mucha paciencia, si no fuera porque el trabajo tan pesado que tengo ya hace meses que me había despedido, el simple hecho de que sea una buena conductora y que mi caracter me ayude a parecer mas grande de que lo que soy, tal vez nunca tendría empleo.

Soy "taxista" mi jefa tiene una app para transporte.

Entre Niños molestos y padres irritantes, millonarios snobs, niñas creídas, puedes ver de todo en este tipo de trabajo.

Una vez hasta vomitaron y tuve que lavar el auto yo misma, como ya dije, quiero ser Conductora de la fórmula uno, sin embargo me confirmó con mecánica en dichas ligas, pero aún debo seguí estudiando y trabajando para cumplir mi sueño y el de Tara que vendría siendo vivir más de sus 20 años.

Miro al cielo y veo pasar un avión, me pregunto a dónde irá, por más que quiera no creo que pueda salir del país un día.

Vuelvo a mi mundo, limpio el auto y comienzo mi recorrido, por suerte está vez solo es entregar un paquete y no llevar personas, definitivamente es mejor que tratar con la gente.

Digan lo que quieran, yo disfruto de mi propia compañía y Soledad.

Finalmente llego 1 minuto a tiempo, lo lograste Ameyal, llegaste antes de tu hora.

Bajo del carro con el paquete y... Que asco, acabo de pisar la desgracia de un perro. Claro no todo podía ser perfecto.

Me limpio en el pasto y tocó el timbre de la enorme casa en la que dejé el pedido, doy la vuelta y un joven viene corriendo hacía a mí.

— Hello, Excuse me, do you speak english?— habló el chico.

— ammm, yes, I defend myself.— hablé con el poco inglés que me enseñaron.

— Bien, ¿me haces un viaje?— habló en español, actúe confundida ya que traigo carro particular.

— Si hablas español, si, ¿a dónde?— me arriesgué, realmente necesito el dinero.

— Si, si hablo español, al aeropuerto, necesito estár ahí en 15 minutos.— habló apurado.

Me subo apurada y él hace lo mismo, nunca he llegado a tiempo a ningún lado, el aeropuerto está a 45 minutos, espero lograrlo. Arranco a toda velocidad y evito cualquier lugar en el que pudieran haber patrullas y multarme, bajé la ventanilla y sentí el aire en mi rostro, me sentí como verdadera corredora.

Solo puedo decir que 13 minutos, en 13 minutos llegamos al aeropuerto.

— Maldición, ¡lo lograste! Me llamo Kenneth, un placer, tengo que irme, si necesitas trabajo en los Estados Unidos llámame, siempre necesito viajes y podemos arreglar lo de la visa.— me dió la tarjeta y se fue corriendo.

Estados Unidos... ¿Podría?

Vuelvo con Maura, mi jefa, está esperándome ya que llevo media hora de retraso por el viaje del tal Kenneth.

— ¡Ya sé Maura Ya sé! Tarde ¡Otra vez! Tuve un viaje y me pagaron más de lo que me pagas en un mes, no lo iba a desaprovechar por llegar temprano.— entré a su oficina.

— En realidad no es por eso que estás aquí... Vas a tener que hacer hora extras si quieres faltar el sábado para la cita médica de tu hermana.— me miró a los ojos y yo no tengo más opciones que decir que si, de verdad necesito el dinero.

Camino a casa, veo la tarjeta que el tal Kenneth me dió.

¿Estados Unidos? Pfff ya bajate de tu nube amor, a penas puedes ir a una colonia de clase alta.

Subo al autobús y me pongo los audífonos, escucho música que libera mis pensamientos al menos hasta llegar a casa.

Dónde de nuevo, un caos en cuanto llego.

Maldición.

Ceno mi cereal rancio con leche caducada, y rezo para que no me haga daño.

Sigo pensando que puedo ir a los Estados Unidos yo misma ... No.

No puedo dejar aquí a mi familia, no ahora, eso sería muy egoísta de mi parte.

O... ¿Tal vez no? ¿Y si es para conseguir el dinero?

No, no lo haré, fin de la discusión.

Buenas noches.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 20, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor contra relojDonde viven las historias. Descúbrelo ahora