—Nos enfocaremos en el día que todo comenzó, donde todo empezó a caer y a florecer—
—La mañana había sido una sin igual, tranquila, silenciosa y alegré—
—El día anterior había sido sábado, se dispuso a visitar a sus padres, por lo tanto al ser domingo, estaba feliz de haber despertado en la casa de su familia tan dulce—
—Ese sentimiento de felicidad y de completa satisfacción, más la seguridad que sentía al estar cerca de ellos—
—Se volvería a ir por la tarde, antes del toque de queda en la UA, donde ya llevaba un mes de haber comenzado su segundo año—
—Muy sonriente le dio los Buenos días a sus padres, los cuales estaban a nada de irse a trabajar por qué, aunque fuera domingo, se esforzaban para no perder mucho trabajo—
—Ella les mencionó que iría con ellos para brindarles ayuda, ellos se negaron y para que ella no se sintiera mal, le propusieron que fuera a la hora de almuerzo, ella aceptó no muy convencida—
—Ya que ella era Ochako Uraraka, la futura heroína de la gravedad cero, la valiente chica de rostro tierno y angelical, a la cual deberían mirar con miedo, la cual no retrocederá para nada y ayudara a cualquiera en todo momento necesario—
—Hace nada más unos quince minutos sus padres se habían marchado a la empresa a trabajar, ella se dispuso a desayunar, para luego darse un baño tranquilamente pero, a la vez pensaba en que debía ayudar más a sus padres—
—Luego de un rato chateando con sus compañeras que también visitaban a sus familias, decidió tomar su bolso y dirigirse aquella empresa de sus padres—
—Muy sonriente saludaba a las personas que estaban en las calles, se dispuso ayudar algunas con sus temas y problemas—
—Si hubiera estado más al tanto de lo que sucedía en esa ciudad donde sus padres tenían la empresa, hubiera sido más precavida—
—No hubiera caído tan bajo, no se abría distraído y no estaría en esa situación—
—En un momento en el que miraba hacía el otro lado de la calle, choco su hombro contra el brazo de alguien encapuchado, al cual le pidió una disculpa—
—Pero, al intentar seguir su camino que no era muy lejano, si no sólo a unos metros más adelante de aquella calle, con miedo noto algo...—
—"P-por que? Por qué no me muevo?"— pensaba la castaña mientras su mandíbula estaba tensa, no podía mover ni un solo musculo—
—Piensas en por qué no te mueves? Es obvio ¿No?... Así funciona mi quirk, tampoco hablarás.— le hablo aquel hombre que estaba tras su espalda—
—El hombre caminó hasta estar frente a ella y la observó, una sonrisa se formó en su rostro y aunque la chica no la pudiera ver sabía que tenía que salir de esa situación—
—Te dirigías a la empresa de los Uraraka?— preguntó con una voz escalofriante— Eres hija de los Uraraka ¿No?— pregunto sabiendo claramente la respuesta—
—La castaña comenzaba a temer por lo que ese hombre descubriera, acaso el?..—
—También eres estudiante de la UA— la castaña trago secamente mientras buscaba mil formas de salir completamente ilesa del, al parecer control de ese hombre—
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Nunca!
Fanfiction-"Uraraka te quiero..."- -Era lo único que estaba en sus recuerdos, esa voz masculina, esa voz que era gruñona pero, muy tierna a la vez, le decía eso pero, ¿De donde era ese recuerdo? Ella no sabía, de quién era la voz y mucho menos el por qué rec...