Los semidioses llegaron a la pequeña ciudad de Delfos tras desembarcar.
- ¡¡Bienvenidos a Delfos sus majestuosas deidades!! - Un jóven centauro les esperaba en el puerto con una sonrisa.
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- Déjate de tuteos Kai - Dijo Nene dándole un abrazo - Chicos, este es mi amigo Kai, nos criamos juntos por aquí en los al rededores del monte Parnaso. Él será nuestro guía por el santuario de Delfos pues él es uno de los debotos encargados de cuidarlo.
- Bueno tampoco es que sea yo una pitonisa o algo, simplemente cuido a los rebaños de caballos que pertenecen al templo... Un momento, ¿Tú eres...? - Kai se acercó a Yang B e hizo una reverencia delante de ella - Mi señora, bienvenida, es un placer ser su guía en su hogar.
- Ehh, ¿Qué?
- Eres hija de Apolo, ¿Recuerdas? El templo de Delfos está dedicado a tu padre. - Explicó Nabi.
- Cierto, cierto. Bueno entonces, ¿Vamos, no?
- Mis disculpas a todos, pero el templo permanece cerrado durante la noche, pero podeis acudir a él con la primera luz del alba. He preparado unos aposentos para ustedes en mi casa para que puedan pasar la noche.
- ¿Su casa? - Susurró Nabi a Guie - Es un caballo, ¿Nos va a meter en un granero? ¡Oye también podemos quedarnos en un hotel que he visto en Maps, que hay uno aquí al lado que está muy bien!
Guie no podía parar de reírse.
- Insisto, en instalaciones humanas no os podrán ofrecer las comodidades que unos semidioses necesitan. Vamos, está junto al camino que va al templo.
Comenzaron a seguir a Kai hacia su casa, la luna brillaba sobre ellos y los grillos cantaban en los campos.
Hyun estaba al fondo del grupo sólo y aparecía tener una expresión muy seria, Nene lo notó.
- ¿Todo bien?
- Sí... Claro.
- Sabes que a mí no me puedes engañar Hyun, es algo relacionado con tus poderes ¿Verdad?
