ECOS DE AMOR. // YoonSeok.

1. (Única parte).

Alguna vez hemos sentido lo que muchos llaman "Amor", donde podemos experimentar muchos sentimientos en el transcurso del "enamoramiento"; muchas veces es algo que llena, es algo tan dulce, algo que con sólo ver a esa persona es suficiente para tener una sonrisa plasmada por todo el día, algo suficiente para ser feliz en una burbuja irrompible y no darle importancia al resto del mundo. Si, es algo lindo cuando el sentimiento es mutuo.

Muchas veces ese sentimiento es correspondido, otras no, o en algunos casos nunca fue...expresado (no haberlo dicho a esa persona especial en su debido tiempo). Ese...ese es mi caso.

Mi nombre es Jung HoSeok, soy coreógrafo en una de las empresas "Kim". No se porque escribo esto, supongo que es algo que quiero expresar para no sentirme peor. Pasaron años desde aquel día donde mi burbuja explotó, donde se rompieron mis sueños junto a mi corazón. (Jaja, suena muy cliché). En fin, voy a empezar a contarles mi...historia.

Recuerdo el día en que lo conocí. En el frío invierno, mientras las casas, árboles y automóviles se tonaban de color blanco por la nieve. Y ahí estaba él en la parada, con un abrigo color negro, lentes y un gran paraguas, curiosamente del mismo color.
Me acerqué y tomé asiento al lado suyo, al parecer no le importaba. Él tomó su café, Dios, el se veía tan hermoso con sólo esa acción.

Cuando llegó el autobús ambos subimos. Sólo había un espacio. "Toma asiento", fue lo único que mencionó y se posicionó al lado del asiento sujetándose de las barras del techo del autobús, sólo pude decir "Gracias". Mi corazón latía, latía muy fuerte, sentía que en cualquier momento saldría de su lugar.

Cuando él llegó a su parada, bajó del autobús.
Pensé que sólo sería algo pasajero, como lo que suele pasar siempre, probablemente nunca más lo volvería a ver, no le di importancia y continué con mi ruta, aunque ese hombre no salía de mi cabeza.

Llegó mi parada, di un paso hacia el costado y ahí había una billetera. La tomé y vi de quien era para poder devolvérsela, y, oh sorpresa, ¡Era aquel hombre!.

El día transcurrió normal, le conté lo sucedido a mi amigo Jimin, me dijo que lo utilizara de escusa para entablar una conversación. Obviamente me negué, aunque por dentro...Si lo haría, definitivamente lo haría.

Estaba muy ansioso que no pude dormir en la noche, esperaba, esperaba, esperaba, hasta que se hizo de día. Me alisté, y tomé mis cosas rápidamente para poder devolver aquella billetera.

Corrí a la parada y ahí estaba él, de nuevo, no pude evitar sonreír. Me acerqué y me posicioné frente suyo haciendo una reverencia, no olvidaré nunca el rostro que puso. "¿Quien eres?" Preguntó.

Le expliqué la situación, busqué la cartera y, ¡sorpresa!, ¡Me había olvidado de la maldita billetera!. Aseguraba que aquel tipo pensaría lo peor de mí, y si, estaba en lo correcto. ¡Me acusó de ladrón!, hice todo para que no llamase a la policía, ¡Incluso lo llevé a mi casa para darle su amada billetera!.

Y ahí es cuando comenzó todo. Pidió disculpas por sus falsas acusaciones y como Jung HoSeok es alguien inteligente, pues...le dije que me invitase a tomar un café, al principio se negó, pero al final terminó aceptando. Claro, después de todo las clases de manipulación de Dawoon no serían en vano, ¿verdad?.

El día que decidimos ir por un café, nos volvimos más cercanos, conversábamos y el tiempo se iba volando. Era un mundo para nosotros dos. Si, lo conocí muy poco tiempo, nadie aseguraba que fuera verdad sus anécdotas bastante interesantes.
Me di cuenta que congeniábamos en casi todo, y eso es bueno ya que podíamos extender más nuestra conversación.

Al finalizar nuestra "cita" intercambiamos números y cada día que pasaba solíamos salir a diferentes lugares después de que yo salga de la universidad y el de su trabajo.