Capítulo Unico

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Abril 17 / 2010  4:30pm



Saint estaba un poco intranquilo eran las 4 de la tarde y Perth aún no llegaba, hoy era su cumpleaños número 15 y ese día sería por fin en el que Perth se le declararía, había esperado cuatro años para ese día, por qué Saint siempre había amado a su vecino desde que tiene uso de razón.

Saint puede recordar el día exacto en el que vio a Perth por primera vez, él estaba jugando en el jardín de su casa con sus juguetes Legos cuando un camión de mudanza se detuvo frente de su casa, era un niño de siete años y a esa edad la curiosidad podía más que cualquier cosa, a si que se acercó teniendo mucho cuidado a el cruzar la calle, bien decía su mamá;

"tienes que tener mucho cuidado Saint por que te llega a pasar algo y yo me muero".

Saint no quería que le pasará algo malo a su mamá ¿morir? No, no, no, el se cuidaría por su mamá, aunque esta siendo una costeña tenía ciertas expresiones que a veces Saint no entendía.

Regresando su atención a la casa de enfrente, Saint cruzó con cuidado llegando a el lado de un convertible plateado, no se veía tan nuevo pero si era muy bonito, pero para Saint lo más bonito fue ver a el niño de casi su misma edad bajando del auto.

Tenía el cabello negro rizado piel acaramelada y cachetes muy redondos, para un niño de siete años que su corazoncito latiera tan rápido no era nada malo, en su mente solo pasaban cuatro palabras específicamente, Tendré un nuevo amigo.

Desde ese día en que Saint se acercó a él y lo saludó aquella primera vez no hubo un camino de retorno, Perth se convirtió en su mejor amigo su compañero de travesuras de lágrimas y de risas.

Fueron hechos el uno para el otro, sus familias se llevaban bien y mientras crecían, Saint se daba cuenta de que lo que sentía por Perth no era solamente un cariño de amigos era algo más era algo grande, que lo llenaba de mucho miedo pero también lo hacía inmensamente feliz, cada que Perth pronunciaba su nombre, o lo llamaba por ese pequeño apodo que Saint odiaba pero que con el tiempo llego a amarlo demasiado se derretía. 

Saint era su pequeño ciervo. y no sabía por qué Perth lo llamaba de esa manera tan ridícula pero sin embargo amaba ese apodo lo amaba tanto como a todo él.

Saint se había enamorado de su mejor amigo, y contó con la suerte de que su mejor amigo también lo amaba.

Se lo había confesado cuando Saint tenía exactamente los once años; ellos estaban de camino a casa, Saint brincaba mientras Perth le decía que tuviera cuidado de caerse, habían salido de la escuela y estaba a punto de esconderse el sol por lo que el cielo se miraba de un hermoso color anaranjado precioso.

Saint reía mientras jugaba con Perth, pero luego de que Perth pronunciara aquellas palabras la sonrisa se le fue de golpe.

— Tania me pidió que fuera su novio.

— ¿Que? - Saint se paró frente de él pero Perth no le dio la cara — ¡¿Que le dijiste?!

— Yoo...

— ¡Que le dijiste Perth!

— Que si.

— ¡Que!, ¿por qué hiciste eso? - Saint ya estaba llorando, mientras Perth lo miraba sorprendido.

— ¿Porqué lloras?

— ¡Eres un tonto! - le gritó y salió corriendo sin importar que Perth le pidiera que se detuviera.

Maybe In Heaven You Love Me [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora