De amistades y algo más

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Había pasado un mes desde que comenzó su vida de roomie junto a Izuku, la verdad le agradaba llegar y sentirse bien recibida, aunque seguía en busca de un depto. Pero entre su sueldo de novata y la lenta venta de la casa no había logrado nada por el momento.

Los días eran cálidos entre los turnos de patrullaje y las horas que coincidían, podían beber algo mientras veían sus series documentales de héroes, la joven comenzó a notar cada vez más como su amigo tenía cada vez más actitudes diferentes con ella, más cercanía de lo habitual.

Esa mañana lo había encontrado saliendo del baño solo con una toalla, no pudo evitar pegar un grito disculpándose para irse rápidamente a su habitación, dejando a la joven en shock en la sala, sintió un ligero sangrado nasal, que mierda le pasaba cuando Izuku había tenido ese cuerpo, no siempre lo había tenido, pero verlo de esa forma fue demasiado para su corazón, desde entonces no podía evitar mirarlo cada vez con más curiosidad, su tierna cara con ese inmenso y escultural cuerpo empezaron a rondarle a cada momento, y las actitudes extrañas de su amigo no la ayudaban.

En el camarín de chicas se encontró con Ochako hace un tiempo que no la veía sus patrullajes no habían coordinado, pero se alegraba era una de las mejores compañías, era dulce, simpática y hermosa.

- Freyja que gusto que hayamos concordado esta vez.

- pienso lo mismo Ochako.

- ¿ como va tu convivencia con Deku?

- b-bien, ha sido bastante tranquilo, así no hago turnos extra.

- me parece super, cuando deku me contó me sorprendí mucho de que vivieran juntos, creí que saldrían primero.

- ¿disculpa? ¿ que acabas de decir?

- que no pensé que fueran tan rápidos, o sea sabía que le gustabas a Deku, pero no creí que tuviera el valor para pedirte ir a vivir con él.

La joven comenzó a ponerse del color de sus cabellos, sintió como si cabeza hubiera explotado por la confesión de su amiga, quien después de ver su reacción se dio cuenta de que la había cagado en grande.

¡- Freyja no, este, discúlpame, yo no dije anda, olvídalo!

- No... tú me vas a decir bien claro que es lo que sabes Ochako

Después de una buena charla donde la castaña debería rogar el perdón a su amigo para toda la vida, hicieron sus patrullajes como de costumbre.

Al llegar a casa pensó dos veces antes de abrir la puerta, le gustaba a su casero, tutor y amigo, no sabía como lidiar con eso, jamás había estado en una situación así, había  salido con unos cuantos chicos para satisfacerse, pero nunca le importo terminar, pero esta vez no quería cagarla le tenía tanto aprecio al pecoso que no quería dañarlo, en el fondo creía que ella no era quien para corresponder a semejante persona.

Debía armarse de valor y confrontarlo, espero a que llegara, pero para su sorpresa pasaron las 12 de la noche y él no se parecía por el depto. Se quedó dormida en el sillón intentando esperarlo cuando un gran bullicio la despertó, eran shoto y bakugo que traían a cuestas a un ebrio chico de cabellos verdes, los arrojaron al suelo, al ver a su amiga solo la saludaron también algo ebrios.

- oye mocosa * hipo* te trajimos al brócoli ahora es tu problema

- discúlpanos le dijimos que una copa le daría valor, pero se nos fue de las manos

- oigan par de idiotas y ahora que hago yo con ese bulto

- lo que quieras extra ¡suerte!

Si la gente supiera la verdad del top de héroes era un dolor de cabeza, miro como el joven balbuceaba lloroso en el suelo, lo tomo del brazo para ponerlo en el sillón, si había algo que sabía era sobrellevar a un hombre ebrio. Preparo su mezcla especial de café y otras coas para despabilarlo.

Vigilante QuirklessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora