Café de mediodía

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15 de junio, 2022

El departamento estaba tal cual lo había dejado antes de ir al hospital.

Jimin tuvo una especie de deja vu del primer día que llegó ahí después del accidente, pero había algo diferente de aquella ocasión. Y es que está vez se sintió familiar.

Se sintió como si regresara a casa.

Namjoon suspiró dejando las llaves del auto en el platón de la mesa y abrió la nevera buscando la botella de agua que siempre estaba ahí.

—¿Puedo darme una ducha? —preguntó Yoongi y a la respuesta positiva del castaño, tomó una toalla, una muda de ropa y se metió al cuarto de baño silbando una tonada.

Habían pasado un par de días desde que habían dado el alta a Jimin, pero Yoongi aún no regresaba a su casa, decía que quería estar al tanto del cuidado post
operatorio de Jimin. A Namjoon no le quedó otra opción que aceptar que su amigo durmiera en el sofá, y agradeció internamente que Hoseok fuera de la manera que era para no tener un invitado más en casa.

Jin salió del dormitorio con una mueca de satisfacción por haber limpiado alfombra exitosamente después de que Namjoon accidentalmente hubiera roto la botella de antiséptico para la herida de Jimin.

Todo era un poco caótico con tanta gente ahí, pero a Jimin le hizo gracia.

—Iré a la farmacia a comprar otro envase, no tardo —anunció Seokjin a ambos y con una sonrisa salió del departamento.

Namjoon suspiró cansado y recargó la frente en la puerta de la nevera.

—¿Todo bien? —quiso averiguar el chico al verlo. Jimin era consciente que Nam no había tenido la semana más tranquila de su vida, además de aquella cosa en el pecho del mayor de la que aún no se hacía cargo.

Se escuchó a alguien tararear en el baño. Al parecer, Yoongi era un cantante de ducha.

Namjoon intentó componer un gesto divertido—Sí, sólo me abruma tanta gente en casa, eso es todo.

Es una verdad a medias, pero Jimin no lo sabe, así que asintió con simpatía y se acercó a la mesa para tomar un vaso y pedirle agua.

—Sabes, he estado pensando un poco y... —Jimin dejó que la frase se acomodara en el aire, que volara hasta los hombros anchos de Namjoon y a sus ojos, que no tardaron en mirarlo para pedirle en silencio que continuara —Yoongi, dijo en el hospital algo sobre que yo le caía bien, y no sé, sentí como si él...cómo si no me conociera, como si ésta fuera la primera vez que él sabe que existo.

El rostro de Namjoon se cuadró y su postura se tensó, paralizándolo en su sitio. Dejó el vaso en la mesa y éste dejó un marca de humedad sobre la madera que a Jimin se le hizo un poco molesta.

—¿En serio? —logró pronunciar sin saber donde poner las manos.

—Sí, ¿sabes de eso sobre sentir que ya conoces a alguien de antes aunque es la primera vez que lo ves en tu vida?—Jimin desarrolló su idea mientras echaba su cabello hacia atrás-Vale, pues eso fue al revés, ¿no es raro? Tal vez tengo más jodida la cabeza de lo que creímos.

Un pajarillo silbó por la calle, visitando la ventana de alguien que no tuvo tiempo de apreciar su belleza antes de que volviera al cielo trinando su melodía llana al resto del mundo.

—No digas eso —reprochó Namjoon dando un paso en su dirección.—Tu cabeza no está jodida, sólo necesita tiempo.

—¿Cuánto más?

—El que sea necesario -dijo con serenidad a pesar de que el resto de su cuerpo lucía como si peleara con aquella idea.

Namjoon volvió a tomar del vaso sin llevarlo a sus labios, tan sólo para mantenerse ocupado en otro cosa.

La noche de las luciérnagas ―NamMin°Minimoni―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora