Capitulo 31.

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Entramos de nuevo al lugar que tanto me incomoda transcurrir de no ser por el chico de los ojos verdes.

Harry no mintió, las mujeres que se encuentran en el lugar no tienen más que una peluca rojo escarlata y tacones del mismo color, kilos de maquillaje y uñas postizas. ¿Quién pagaría por esto? ¡Están completamente desnudas!

–De uno a diez, ¿Cuál es tu nivel de incomodidad? – dijo Harry con una sonrisa burlona mientras observaba a la gran multitud de mujeres.

– ¿siendo diez el nivel más alto de incomodidad? – dije sorprendiéndome con cada segundo que pasaba por todo lo que estaba ocurriendo frente a mis ojos

–correcto–

–diez es un número muy pequeño–

Pude observar como Harry arrastraba su mirada por cada una de las chicas analizándolas de pies a cabeza.

Los celos empezaron a hacerse más fuertes. Nunca en mi vida se habían manifestado con tanta frecuencia, he de suponer que cada segundo que paso con Harry se encarga de demostrarme que me pertenece de alguna maldita manera.

–Te gustan– aseguré

–No es verdad, pero debo asegurarme que no luzcan mal– pasó su mano por la barbilla y frunció el ceño mientras cada una de las mujeres pasaba por el frente.

–lucen como putas, ¿qué sería lucir mal? – pregunte claramente irritado

–Si van a ser putas, al menos deben tener actitud– sonrió al observar como una chica se sentaba a ahorcadas en las piernas de un universitario y bebía de una botella de vino blanco.

–oh por Dios…–

Justo cuando creí que el lugar no podría lucir más descontrolado, Liam se impuso al frente de nosotros con su prepotencia, su seriedad y sus brazos cruzados sobre su maldito cuerpo perfecto.

–Lo prometiste– dijo sin separar los dientes.

–lo siento hombre, tuve…un…– Respondió Harry claramente intimidado mientras me miraba y luego volvía a mirar a  Liam con nerviosismo –percance–.

Liam me observo de arriba abajo con disgusto.  –no quiero saberlo– agregó.

–Creí que ya te habrías ido– Dijo Harry restándole importancia a la ira de Liam.

–si eso hubiera pasado estarías presenciando una orgia heterosexual. No querrás eso– se burló

– ¡NO!– dijimos al unísono con disgusto. Harry y yo nos observamos por unos segundos para luego volver a notar la presencia de Liam.

–como sea. ¿Y tu cita? – Harry desvió la atención.

–sí, respecto a eso… le dije que la recogería y…– Liam pasaba sus manos por la nuca sin hacer contacto visual con Harry

– ¿y...? – lo impulsó a seguir.

–No tengo auto–

– ¿Qué paso con el tuyo? – preguntó Harry

–El punto es que necesito un lindo deportivo para recogerla– la mirada de interesado de Liam, se centró en Harry.

–Eres un imbécil, nadie toca mi auto– dijo obvio

–Cuide del maldito establecimiento por casi dos horas– reprochó Liam

Harry observo las condiciones en las que se encontraba el lugar y a decir verdad controlar a tanta gente debe ser un trabajo tedioso y Liam no lo hizo tan mal.

Smoking Menthols (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora