Mañana

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Sonaba el despertador, el mismo molesto sonido solo se repetía una y otra vez, su noche ni había sido de las mejores y todavía el escuchar aquel irritante ruido interrumpir su sueño no ayudaba. No le quedaba de otra, el fumador se levantando sentandose en la cama matrimonial que dormía junto a su pareja estando este al lado suyo aún durmiendo. 

Se estiró levantando los brazos hasta lo más alto que podía para soltar un gran bostezó apagando por fin aquella alarma que solo le recordaba que ya había empezado el día; un día más en la caótica Nevada, que lindo.

Estando medio dormido viendo a la nada, despertó a los pocos segundos su pareja que lo vio de reojo para luego abrazarlo de la cintura acorrucandose igual en este soltando solo un: "Buenos días, Dei..." con un tono calmado. Deimos regreso el abrazo a Sanford acostándose nuevamente al lado suyo.

soltó una leve risa el fumador mientras lo veía con ternura — Buenos días, Fordie.

– Larga noche... ¿Verdad?. — dijo Sanford, teniendo un ligero sonrojo y viéndolo con la misma mirada que el hacía —.

– Ni lo menciones, todavía no acepto que el está aquí. — de un momento a otro su sonrisa se borró gracias a ese comentario teniendo ya una de fastidió —.

– Ya lleva casi dos semanas viviendo con nosotros, ya es tiempo para que te acostumbres.

– Nisiquiera Hank y Doc se han acostumbrado... Y los más seguro es que menos tu. — se puso boca abajo hundiendo su cabeza en el pecho de Sanford —.

– Oye, es difícil aceptar que un dictador es el hermano de mi pareja.

– Lo se. ¿Crees que para mí no es difícil? Ya llevaba años sin verlo y... — soltó un pesado suspiro — Solo quiero que se largué ya.

coloco su mano en la frente de este dando pequeñas caricias aquí — Velo como una oportunidad de llevarte bien con él...

– ... Supongo que si...

– Ve el lado bueno, Doc no nos ha gritado tanto estos días. Toda su atención se va con el.

–  Je... Tienes razón.

– Anda ya hay que levantarnos, hoy te toca hacer el desayunó.

Con esa simple oración le había arruinado la mañana. Deimos, empezó a dar pequeños quejidos y maldiciones en voz baja de mala manera, Sanford soltó una leve risa pareciendole tierno el acto del grunt, le resultaba tierno ya que para el era como un niño caprichoso. Duraron un rato abrazados hasta que decidieron levantarse para continuar con su día.Fueron al baño para arreglarse y hacer su aseo básico, en el trascurso reían y bromeaban diciendo una que otra vez un apodo cursi hacía el otro. Al terminar de arreglarse salieron de su habitación; llevaban una ropa casual ambos, no trabajarían ese día por qué vestían como querían, camisas flojas al igual que sus pantalones, bueno, excepto por el grunt más grande que el no llevaba nada arriba que lo cubriera.

Iban en camino a la sala donde ya se encontraban ya sus compañeros y claro, Phobos.

Este último veía la TV sentando en el sillón teniendo a la mano una taza de café, aún llevaba puesto su pijama que era una camisa y pantalón cómodos grises, junto con un bata rosa y pantuflas de conejo del mismo color. Era visto por Hank y Doc que estaban en el comedor sentados en la mesa; el doctor lo veía de reojo con fastidio mientras estaba en la computadora tomando también un cafe, el mercenario estaba sentando al lado de Doc comiendo cereal. Estos igual aún iban en pijama. 

– Buenos... Días. ¿Cómo amanecieron? — pregunto Sanford, con una sonrisa un poco forzada notandose incómodo —.

– Hasta que despiertan. ¿Que tanto hacían par de tórtolos?. — creció en el dictador una sonrisa picara hacia su hermano y su "pareja" —.

– Ya te he dicho que no somos pareja... — respondió con molestia Deimos  y algo de dolor, no le gustaba del todo negar su relación. Se dirigió a la cocina, abriendo una por una los cajones de ahí como si buscará algo — Solo amigos.

– Si claro. — dijo con un tono burlón hacia este —.

El fumador solo lo continuo ignorando aún buscando entre los cajones de la cocina —.

– Un buenos días de tu parte me encantaría.... ¿Sabes?. — añadió Phobos con molestia hacia su hermano, al igual que en manera de burla —.

– También quisiera tener una buena mañana, pero no la he tenido desde que llegaste.

– Y yo solo pido que un solo día no estén discutiendo. — comento Doc sin quitarle la vista ni un segundo a su computadora —.

Empezó un momento de silencio en el lugar, nadie se dirigió la palabra o algo, solo continuaban en sus actividad, Sanford se fue a sentar a la mesa un tanto incomodado, aunque no fuera algo nuevo esto y ya era lo de siempre.

– ¿Y... Algo especial para hoy?. — pregunto el dictador rompiendo con aquel silencio —

– Es nuestro día libre. — contesto Hank a secas —.

Después de dar ese pequeño comentario, Hank, se levantó de su lugar llevando su plato a la cocina dejándolo en el lavatrastes para después ir a la sala sentandose al lado de Phobos. El dictador se hizo a un lado viendo de reojo y miedo al grunt al lado suyo, al igual que con nerviosos, sabía que lo podría matar en cualquier momento. Cuando quiera y donde quisiera, aunque Phobos desconocía del trato que había hecho con su hermano; consistía en qué no lo mataría o haría daño si este también no hacía nada sospechoso y a la primera que vea actividad rara lo mataría.

Un trato no tan "bueno" pero era lo mejor que había y lo único.

– ¿Tienes el control?. — volteo a verlo haciendo que Phobos diera un pequeño brinco del susto

– Oh, c-claro. — le entrego el control de la TV al mercenario con miedo hacia este —.

Pareciendole incómoda y a la vez teniendo miedo a la presencia de Hank al lado suyo, Phobos se levantó llendose a sentar a la mesa junto a Sanford, abrazando a este de lado con una mano.

– ¿Y bien? ¿Qué planes tienes con mi hermanito?.

– Eh... No estamos saliendo ni nada. — respondió con un poco de pena el grunt de gafas oscuras —.

– Vamos, se que te interesa mi hermano. Siempre lo vez con esa misma mirada aparte que nunca se separan. — lo abrazo más fuerte al igual que creía más su sonrisa —.

– Ya te dijo que no somos nada, puedes dejarlo en paz?. — se metió en la conversación agregando esto Deimos sirviendo en dos tazones cereal en la barra de la cocina  —.

– Dei, tu eres más gay que la misma palabra y eso no me lo vas a negar. ¡Este hombre es para ti!.

Sanford y Deimos solo cruzaron miradas por un segundo y eso basto para que ambos mirarán en direcciones opuestas teniendo un sonrojo enorme. Se notaba mucho más incómodo Sanford que aparte de ser más penoso tenía miedo de decir algo que no y revelar su relación.

Phobos, solo siguió dando este tipo de comentarios especialmente a Sanford llegando este a un punto de quererse morir por la gran vergüenza que sentía.

Brothers | Madness CombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora