Capítulo 7

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A pasado una semana desde aquella reunión donde conocí al Hechicero supremo o como he decidido llamarle “El señor extraño” y sinceramente si le queda bien el apodo, desde entonces no he vuelto a saber de el ni de ninguno de los otros invitados que...

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A pasado una semana desde aquella reunión donde conocí al Hechicero supremo o como he decidido llamarle “El señor extraño” y sinceramente si le queda bien el apodo, desde entonces no he vuelto a saber de el ni de ninguno de los otros invitados que no viven en la torre, bueno solo he tenido un poco de comunicación con Peter y eso por que el insistió en que intercambiáramos números

Hoy es lunes 8 de marzo y no tengo nada que hacer, estoy parada enfrente de la ventana de mi cuarto admirando el paisaje con mis manos en mis bolsillos traseros de mi pantalón, aparte del ruido de los coches de afuera, adentro invade un tranquilo silencio, hoy Tony y los chicos estarían trabajando en no se que, no les preste atención

Me aburro de mirar los coches de la calle así que salgo de la habitación y me dirijo a el elevador para ir al piso donde se encuentran los chicos

Una vez allí busco con la mirada a alguno de ellos sin embargo no veo a ninguno, me dirijo a la sala para ver si allí se encuentran pero no, voy ahora a la cocina y tampoco, busco en el comedor y tampoco hay nadie, pienso en si ir a buscarlos a sus recamaras, pero se queda en eso un pensamiento, rendida por no encontrar a nadie decido salir de la torre a dar un paseo por las calles, ya que desde que llegué aquí no he salido para nada

Ya en el elevador pico el botón que me lleva al primer piso, espero unos minutos a que se abran las puertas, una vez que ha sucedido me dirijo a la salida, el viento frío me golpea en el rostro causando que mis ojos se cierren un poco, me sierro la sudadera negra que traigo puesta y comienzo a caminar preguntándome el ¿¡Por qué carajos no me he puesto algo más abrigado sabiendo como estaría el clima en este momento!?

Voy tan sumergida en mis pensamientos y mirando hacia el cielo que no me doy cuenta en donde entro, haciendo que de golpe cambie el paisaje de un hermoso cielo azul con nubes blancas a un techo de madera un poco obscura, bajo la mirada y veo que enfrente de mi hay unas escaleras anchas y a mi lado izquierdo hay un pasillo que ha de llevar a otra habitación, y es allí en donde me pregunto el ¿¡cómo diablos he entrado a este lugar si ni siquiera he sentido la puerta de algún local!?, un poco exaltada volteo hacia atrás percatándome que hay un portal que da hacia la calle en donde hace unos segundos estaba caminando

Me quedé viendo detalladamente el portal por bastante tiempo, que no me percaté de que alguien estaba detrás de mi hasta que sentí como bebían algo, con un poco de nervios volteo lentamente encontrándome con esos ojos verdes profundos y penetrantes

—Parece que a ustedes los Vengadores les gusta entrar por portales sin saber de done vienen— dice el de ojos verdes,  tomando de una taza blanca lo que parece ser café

—Yo no soy una Vengadora— dije frunciendo el ceño —Y no fue intencional pasar por allí iba distraída y por accidente entre eso es todo

—Okey— dice dándole otro sorbo a su café —¿Quieres pasar?— pregunta levantando un poco la ceja izquierda

Déjame enseñarte amar | Doctor Strange Donde viven las historias. Descúbrelo ahora