A reason [Leve MaiTake] [Angstruary 2022]

A reason

Advertencia: Suicidio, pensamientos suicidas, idealización del mismo, asesinato, trastornos psicológicos, depresión, pena/luto, arrepentimiento. Leer a discreción. 

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En el primer futuro, no había razón alguna. Ninguna esperanza. Ninguna oportunidad. Ningún sentimiento, a menos, claro, que el vacío contara como uno.

¿Había razón para tan sí quiera seguir respirando? Mikey la buscó por mucho, mucho tiempo, pero sin corazón, sin algo que le dijera que todavía valía la pena luchar, intentar regresar a casa (¿había algún lugar que pudiera llamar así?), sin algo que lo detuviera para reconocer las miradas de pavor y escuchar los llantos y gritos, sin algo que lo hiciera detenerse antes de jalar el gatillo, sin ese algo, no había nada. Nada valía la pena.

Ser inalcanzable podría conllevar muchas cosas, difícil de igualar, difícil de poder hablar, difícil de hallar. Por supuesto que iba a ser difícil, teniendo en cuenta que no hubo nadie esa vez que decidió tirarse de un edificio. En ese futuro, no había nada. Solo vacío. 

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El segundo, ¿qué fue lo que cambió ahí? Poco, dirían muchos; pero había algo esencial, pequeño, pero estaba ahí. Algo diferente. Algo lo suficientemente importante como para que Mikey pensara un poco para no dar un paso al abismo, a pesar de que las ganas de morirmorirmorirmorir dejar de existir seguían ahí.

No tenía corazón, eso seguía igual. El frío lo seguía rodeando; la oscuridad lo único que veía al mover su vista. Pero había algo más, algo más. ¿Qué era?

Ah, ahí estaba. Mikey o vio, esa vez en la que ese chico (¿cuál era su nombre? ¿en qué momento había terminado con un puesto tan alto en la Toman? Mikey lo había visto antes, lo recordaba de alguna parte, en su mente podía ver un rostro parecido al suyo) se había tirado de un edificio. (El mismo final que Mikey imaginó tantas veces para sí mismo).

"Akkun" el llanto le llegó a los oídos. Y la voz, esa voz. Su respiración se detuvo por unos segundos; las aguas oscuras dentro de sí se aclararon por una vez luego de mucho, mucho tiempo como si alguien hubiera lanzando una roca, y las ondas provenientes de eso hubieran limpiado por escasos momentos su memoria.

Takemicchi.

Lo recordaba. La valentía, la insistencia, la debilidad que era a la vez fortaleza. Amigo, amigo, amigo que se había ido luego de que todo se empezara a derrumbar. ¿O fue él mismo quien lo corrió? Mikey no podía recordar; ¿cómo podría recordar algo que había sucedido tan cerca de perder a Kenchin? Sin Kenchin, todo se había vuelto negro y horroroso y sin sentido, y que importaban las muertes que importaba que todos los demás empezaran a morir o a desaparecer porque, al fin y al cabo, no tenía razón de existir ni nada nada que valiera la pena ni-

Ah, ¿qué era esa curiosa sensación en el pecho? 

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Era como estar en un limbo. Un limbo en el que Mikey no recordaba cómo había llegado ahí, en qué momento todos sus sentidos se habían desconectado de la realidad y lo que alguna vez vio de colores se volvió una combinación de negro con manchas de rojo.

Todavía tenía corazón; era lo extraño. Mikey podía sentir como latía dentro de su pecho en un ritmo constante, dub dub, una y otra vez, dub, dub. Pero era un sonido y movimiento que le molestaba, que le causaban ganas de ser lo suficientemente fuerte como para simplemente arrancárselo del pecho. ¿De qué le servía tener un corazón si era lo que le ocasionaba tanto dolor? ¿De qué le servía tenerlo si no podía detenerlo de caer todavía más bajo, de moverse y actuar como si algo ajeno lo llamara, le gritara una y otra vez, matamatamatamatamatamata?