𝗆𝗂𝗌𝗍𝗅𝖾𝗍𝗈𝖾

# 03

𔘓

unas horas más tarde, jisung reía a carcajadas mientras minho jugueteaba con unas diademas de lucecitas, fingiendo voces mientras entonaba villancicos inventados.

el mayor empujaba el carrito de las compras y jisung, completamente emocionado, lo llenaba con los adornos más brillantes y más lindos que a él le gustaran; y minho pensó que esa sonrisita que el menor tenía en el rostro, debía permanecer siempre ahí.

— ¿crees que esto es suficiente? — jisung preguntó, revisando los colores que tenían las esferas, escogiendo las escarchadas multicolor. minho le dió una mirada al carrito, repleto de adornos, y luego fijó su vista incrédula en su amigo.

— creo que esto es más que suficiente, es demasiado — dijo, tomando unos lazos de franela roja que el menor le ofrecía. jisung le dió una mirada rápida, caminando hacia donde estaban las lucecitas navideñas.

— tu departamento es grande, yo pienso que faltan muchas cosas — le sonrió, poniendo dos cajitas de luces multicolor en el carrito. minho suspiró — no puedo gastar dinero en mi propio departamento porque estoy por mudarme... así que gastaré con el tuyo.

minho rodó los ojos pero aún así, siguió los pasos de su amigo.

— ¿ya compraste la estrella? — preguntó mientras observaba las cosas que llenaban el carrito de metal. habían guirnarlas, cintas, esferas, piñas, tamborcitos y varias decoraciones más para el árbol; habían cintas, lazos y una enorme corona de pino. a pedido de jisung, habían dejado la enorme caja en donde se encontraba el árbol bajo guardia de la recepcionista, junto a un bonito y delicado nacimiento que jisung pensó que no podía faltar en la decoración navideña. y minho notó que entre todas esas cosas, faltaba la decoración más representativa del pino navideño: la estrella.

— creo que es lo único que nos falta — complació jisung, buscándola entre las tarimas. minho asintió, esperando pacientemente a que jisung encontrará lo último que les faltaba, y aunque pensó que sería algo rápido, al girarse se encontró con jisung observando curiosamente un pequeño adorno entre sus manos.

— ¿qué es eso? — preguntó acercándose, ganando la atención de su amigo.

— un muérdago — explicó, sonriendole — ¿quieres que pongamos uno en tu puerta? será divertido.

minho sonrió, encongiendose de hombros y su amigo tomó eso como una afirmativa.

unos minutos más tarde, minho cerraba la cajuela de su auto y caminaba hacia la puerta del conductor, sonriendo a su compañero de viaje antes de conducir hacia su departamento.

— por eso siempre prefería pasar las fiestas en casa de mis padres; aunque ahora compadezco mucho a mamá — el mayor suspiró cansado — esto de las compras navideñas es agotador.

jisung soltó una risita.

— pero si aún falta la mejor parte: decorar.

minho sacudió su cabeza y le dió una mala mirada a su amigo cuando éste comenzó a brularse de él.

𔘓