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Yoongi estaba nervioso, pero intentaba ocultarlo con todas sus fuerzas, incluso uso mas supresores para que nadie pudiera oler el desastre que era en este momento, el había cerrado tratos internacionales, había estado con el presidente de Corea había visto todo en el mundo, pero nada lo había preparado para lo que estaba a punto de hacer.

¿Cómo le dices a tu asistente que apenas lleva 3 meses trabajando para ti que crees que es tu destinado?

¿Cómo le dices sin parecer un demente que puedes olerlo incluso con supresores, que cada vez que lo tocas electricidad recorre tu cuerpo, y que cada vez que sonríe tu lobo solo quiere besarlo y llenarlo de caricias por que lo reclama como suyo?

¿Y si lo rechaza? 

¿ Y si siente que lo presiona solo por que es su jefe?

El no quiere que Taehyung se sienta incomodo, solo necesita expresar sus sentimientos antes de explotar, o antes de que alguno de esos estúpidos alfas del piso le pidan cortejo, por que si el acepta, Yoongi no podrá hacer nada mas que alejarse con su lobo deprimido por no ser el quien este junto al que reclama como su omega.

-Buenos días señor Min, ¿quiere que le recuerde la agenda del día de hoy?-La  dulce voz de Taehyung se hizo escuchar sacando de sus pensamientos al alfa, miro confundido a su alrededor preguntándose ¿Cómo llego al escritorio de este? si hace poco estaba encerrado en su oficina.

-No gracias, mm más bien ¿Podrías venir a mi oficina después de la junta? Necesito hablar contigo de algo importante.

-Oh, claro ahí estaré señor.

-Te he dicho muchas veces que me llames Yoongi no señor.

-Lo siento, es solo que, no considero que sea apropiado, los compañeros podrían creer algo erróneo sobre nuestra relacion de trabajo así que si le parece bien prefiero seguir llamándolo de esta manera, a menos que estemos a solas claro.

-Ah, claro- Yoongi sintió una opresión en el pecho, sabía que no había sido un rechazo, pero se sintió como tal.- Te veo a las 2 entonces, estaré en la sala de juntas.

Taehyung vio como el alfa salió por el pasillo y finalmente soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Min yoongi lo tenia mareado, no solo hablando por el aroma tan intenso que tenía, si no por todo lo que el sentía hacia su jefe, había notado en la primera semana de trabajar ahí que él era el único que sentía el aroma del alfa, pues el protocolo decía que debían usar supresores en horario laboral para evitar cualquier incidente, las relaciones no estaban prohibidas pero era mejor prevenir que lamentar, teniendo en cuenta la cantidad de alfas que se paseaban por el edificio.

Eso sumado a que Yoongi todos los días lo trataba como si fuera especial, haciendo brincar su corazón con cada sonrisa, cumplido y giño que le obsequiaba.

Si su madre viviera le diría que todo eso que siente es por que el alfa es su destinado, sin embargo, él no podía darse el lujo de fantasear con ello, solo era un omega menor que el por casi 8 años, no tenia mas que la preparatoria finalizada, vivía en un pequeño apartamento que gracias al cielo ya podía costearse con el sueldo que recibía y apenas estaba terminado de pagar las cuentas del hospital.

Yoongi era inalcanzable para él, incluso veía el desfile de omegas hombres y mujeres que pasaban coqueteando para el y siendo rechazados, si ellos que tenían belleza, talento y dinero no eran suficientes para Yoongi, no había nada que le hiciera pensar que el sí.

Incluso aun que fuera su destinado eso no le garantizaba que su parte humana estuviera de acuerdo en aceptarlo, era mejor vivir en la realidad.

Yoongi solo era su jefe, un alma buena y dulce que ayudaba a los demás, que trataba a sus empleados con dignidad, no importa si era un alto ejecutivo o inversionista ni la señora de la limpieza, el trataba a todos con amabilidad y con sonrisas, y eso solo hacia que Taehyung se deprimiera mas al saber que nunca tendría un alfa tan bueno como él. 

JUST YOU AND MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora