Falsa Culpabilidad

Capitulo 1

Inspector Sanchez: Entonces señor Ramírez... ¿Va a seguir negando que usted fue quién asesinó a la pequeña Alina?

Marcus: Y-ya le dije que yo no fuí! ¿Cómo podría hacerle daño a esa niña? Literalmente era como si fuera mi propia hija.

Decía Marcus nervioso y asustado.

Inspector Sanchez: Ya entiendo, no confesará.

El inspector Sanchez salió de la sala de interrogación y ordenó que se llevarán al señor Marcus Ramírez a una celda mientras reunían las pruebas necesarias para encerrarlo.

Mientras tanto, Marcus seguía pensando en por qué lo culpaban a él de ese homicidio, si el era incapaz de hacerle daño a esa pobre niña, era la hija de su jefe, el señor Ryan González. La mayoría del tiempo la niña se la pasaba en la oficina debido a que aún no encontraban una buena niñera responsable para que se encargara de ella, por lo tanto, Marcus un día se ofreció a vigilarla y cuidarla ya que su trabajo en la oficina no era tan complicado de hacer y no urgía que salieran los documentos de los que él estaba encargado.

Marcus era soltero, pero tenía sobrinos y le gustaba siempre jugar con ellos e idear cualquier plan para mantenerlos entretenidos, por lo tanto era un experto cuando de niños se trataba.

Y después de haber hablado con su jefe, el señor González, aceptó, al principio le dijo que eso no haría que se ganara un aumento, pero eso no era lo que buscaba Marcus, al contrario, decía que lo haría con gusto, cosa que no fue del agrado de algunos de sus compañeros.

Lily: Ahí va de nuevo de lame botas, de verdad no entiendo por qué se empeña en querer hacer algo que no se le ha pedido, ¡lo odio!.

Leonard: Es que es un inútil, por qué crees que su trabajo no es tan complicado de hacer, por eso siempre termina pronto y se va temprano. Literalmente es como si fuera trabajo de medio tiempo.

Maya: ¡Dejen de hablar mal de Marcus! Lo que haga o deshaga es algo que no les importa.

Lily: ¡Ay! Maya, Maya, Maya, querida Maya, no porque lo defiendas cada vez que puedes se va a enamorar de tí, recuerda que es un tonto distraído que no hace nada más que estarla cagando cada vez que puede. ¡Entiende! Por eso el jefe sólo le deja esos trabajos tan deplorables.

Leonard: Ya basta Lily, no va a entender que no vale la pena defender a un inútil.

Lily y Leonard regresaron a sus escritorios mientras Maya veía de lejos como Marcus cuidaba de la pequeña niña.

Maya (susurrando): Es que mírenlo, es muy tierno que sepa lidiar con los niños.

Con el paso del tiempo Marcus y la pequeña Alina formaron un lazo, de cierto modo sí parecían padre e hija, el señor González estaba tan contento de que Marcus cuidara a la niña después de que terminara sus pendientes que decidió no buscar más niñeras, y gracias a que veía su esfuerzo decidió darle un aumento de sueldo, cosa que obviamente, tampoco fue del agrado de sus compañeros.

Maya: ¡Marcus! Felicidades por tu aumento, de verdad lo merecías.

Marcus: ¡Muchas gracias Maya!, de verdad le dije al señor González que no era necesario, pero el insistió.

Lily: Claro, pues si te haces del rogar cómo no te iba a dar ese aumento.

Maya: ¡Basta Lily! No digas esas cosas.