Los años pasan, el amor crece, y aquel par de retoños que apenas comenzaban su vida en la crueldad de este mundo tienen que separarse a costa de una guerra que es más importante para la humanidad que los sentimientos de dos niños.
----No sé cuándo regresaré. Tampoco sé si volveré. Por favor no llores.
Armin soltó una lágrima con ambas manos sujetas a las de la linda rubia frente a él.
----No me culpes por sentirme así, tenía la esperanza de disfrutar tus 13 años juntos. Aún somos muy jóvenes.
----Armin, esto es para lo que me han entrenado. No deseo ir pero no puedo negarme. Lo siento.
El viento sopló suavemente como si él mismo dijera adiós. Armin observó fijamente por unos segundos la banda en el brazo de Annie con tristeza pero actitud firme.
----Lo sé, Annie, tienes un deber que cumplir, y está bien. Cuando regreses, aquí estaré esperándote.
----¿Lo prometes?
Ella preguntó con los ojos brillantes, anhelantes.
Un comandante llamó a los guerreros a lo lejos. El barco estaba por partir.
----Lo prometo, dulce, solo si tú me prometes que no importa cuán mal estén las cosas, vas a mantenerte fuerte. Y sin importar el tiempo que te tome tú volverás a casa.
----Lo prometo...
Annie lloró, desconsolada aunque solo fuesen pequeños hilos de lágrimas los que salían de sus ojos.
El niño soltó sus manos y le brindó una tierna sonrisa mientras limpiaba sus mejillas. Se acercó a ella y colocó un pequeño beso en la frente de su dulce.Después Annie se fue.
Jamás olvidaría los ojos azules de Annie mirándolo con intensidad hasta el último momento, ni la forma adorable y a la vez intimidante en la que se veía con su uniforme de guerrera; recordaría como se sonrojaba solo con salir al sol y cuan feliz se ponía siempre que le llevaba dulces. Nunca iba a olvidarse de ella, porque ella, Annie, se volvió una parte importante de su día a día durante los últimos dos años.
Ahí, parado a la orilla del muelle mientras veía a la niña que representaba una parte de su felicidad alejarse en un barco de guerra hacia un conflicto que no les pertenecía, Armin solo pudo susurrarle unas últimas palabras:
----Te quiero, Annie. Por favor, regresa.
Palabras que ella jamás escucharía.
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Te Quiero, Por Favor Regresa [Aruannie] ||SNK||
Fiksi PenggemarEl atardecer brilló sobre el rostro del rubio y Armin sonrió tan fuertemente y feliz como un mismo ángel que Annie sintió por unos segundos que volaba entre nubes. En ese momento lleno de resplandor anaranjado, las mismas palabras flotaron en su cab...