Capitulo 7

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¡Genial! Estoy en dirección con mi mejor amigo por habernos golpeado y solo por defender a Amelia, ¿Seré un imbécil?

-¿Han entendido?- nos pregunta la directora, ¿Qué dijo?- ¿Ha entendido señor Evans? - Vuelve a preguntar pero dirigiéndose a mí.

-Sí, señora directora- digo mientras le sonrió ¡bruja!.

-Esta bien, ojala no se vuelva a repetir y por ser su primera vez aquí los dejare irse- dice mientras nos sonríe- ahora pueden ir a enfermería para que curen sus heridas y luego regresar a clases.

Nos levantamos y salimos de ese lugar, con Marcos nos miramos y nos ponemos a reír, yo de su mejilla roja y su labio partido y él de mi ojo morado.

-¿Qué hacemos ahora?-le pregunto mientras caminamos por el pasillo.

-Vamos al patio, estoy aburrido.

-Bien, vamos.

(...)

Narra Amelia

¿Qué se cree este imbécil que aún no llega?, ¡quiero su estúpido culo aquí y ahora!

-Hola hermanita, ¿que haces?

-Hola idiota, solo espero a que llegue Steven- digo mirando mis uñas como si fuera lo más importante.

-¿Qué, por qué lo esperas?, ¿Aún no lo metes a la cama?- pregunta mientras me mira riendo- vas muy lenta.

-¿Puedes de una vez cerrar tu estupida boca?, ¿Quieres que te cuente?- pregunto mirándolo de lado, él asiente y le cuento lo que ha pasado esta mañana.

-Ojala no cuente nada- dice enojado- es muy rara esa Apuesta que él está haciendo aunque en realidad no me importa  ¡Quiero que pierdas necesito dinero!

-¿Ya se te acabo tu dinero?- pregunto.

-Claro, ¿Qué puedo hacer con tan poco dinero?.

-Era bastante dinero Alexander, además si necesitas pídele a nuestros padres, pero no te pases que no sea mucho.

-lo se, es que lo estoy juntando para poderme comprar un nuevo auto.

-¡Tú ya tienes uno!.- Le digo, tocan el timbre de la casa - bien, hasta luego- digo empujándolo a las escaleras- debe de ser él.

-¡Sí que estas enamorada!- dice burlón pero yo le pego un puñetazo en el brazo- lo siento, eso si dolio- se queja- adiós y cuidate- dice apretando mi nariz y sube corriendo antes que lo vuelva a golpear. Abro la puerta de la casa enojada.

-Hola Amelia- saluda Steven, me hago a un lado para que entre.

-Hola, ¡Llegas tarde!- me quejo- sientate- digo refiriéndome al sillón-hoy iremos a comprar ropa para ti y luego veremos que otra cosa compraremos- digo y él asiente- ¿tienes auto?- pregunto y él niega- le pediré el auto a mi hermano ya que no lo usa, ¿sabes conducir?- vuelvo a preguntar.

-Si y..- trata de decir.

-¿tienes licencia?- vuelvo a preguntar y el asiente- ¡Genial!, bien vamos yo manejo.

Luego de unas horas comprando en varias tiendas, ya estábamos exhaustos, decidimos ir a tomar algo. Siempre que pasábamos por esa tienda me enamoraba cada vez más de ese vestido y debo de admitir que hasta anduve babeando.

Narra Steven

Amelia a estado babeando por un estúpido vestido todo él tiempo que hemos estado comprando, así que cuando ella este descansando yo le diré que iré al baño para que deje de mirarlo, no es que lo haga para que ella se fije en mi es solo de agradecimiento por la Apuesta. Cuando pedimos dos jugos de manzana y luego de unos minutos.

-En seguida vengo, iré al baño- digo mientras me levanto- espera aquí.

-Como quieras- contesta ella mientras le da un sorbo a su jugo. Camino rápido hasta llegar a la tienda de aquel vestido.

-Hola buenas- saludo- quiero el vestido que se ve afuera.

-¿El morado?- pregunta la señora sonriente yo asiento- es raro ver a un hombre comprar aquí, ¿es para su novia?- pregunta.

-Así es- respondo sonriendo.

-Muy bien, espere un momento- dice ella que en realidad parecieron años, cuando por fin trae el vestido lo pago y doy las gracias camino rápido hasta llegar a donde Amelia.

-¿Donde andabas?- Pregunta apenas llego- pensé que te habías ido y me habías dejado sola con todas estas bolsas- dice.

-tranquila ya he llegado -digo orgulloso.

-¿Encontraste el baño?

-No, no fui.

-¿Qué, entonces a donde fuiste?- pregunta enojada.

-Fui a comprar algo.

-¿Qué cosa?- pregunta dudosa.

-Esto- digo mostrándole la bolsa y se la entrego.

-¿Qué es?- pregunta.

-puedes abrirla si quieres - digo y ella lo abre, al ver que es lo que había adentro pone una sonrisa hermosa y se levanta, pone sus brazos alrededor de mi cuello y me comienza a dar besos en toda la cara.

-Mira esa pareja de enamorados, se nota que se aman- dice una anciana a una niña. Con Amelia nos miramos y su rostro esta sonrojado.

-Gracias- dice ella mientras me da un suave beso en la mejilla- Muchas gracias.

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