☣ÐrµggêÐ☣ ❅ɴɪᴋɪ×ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ❅

일

-Adiós appa, nos vemos en la tarde!-se despidió Sunghoon con una sonrisa mientras caminaba fuera de su casa-

-Adiós cielo, ten lindo día!-orgulloso, cerró la puerta y comenzó con sus quehaceres-

Sunghoon comenzó con su caminata diaria hacia el colegio, apreciando el hermoso cielo de la mañana y la fría brisa que revoloteaba su suave cabello azabache. Mientras escuchaba su música favorita, volteo a ver hacia la carretera, percatándose de que cierto auto negro pasaba por su lado, con cierto chico de cabellera rubia con la cabeza asomada por el cristal que se encontraba abierto, haciendo que su sonrisa poco a poco fuera desapareciendo. No, no lo odiaba, era un chico hermoso y maravilloso, pero era tan grande su amor, que si se puede llegar a sentir como odio.

Ignorando lo sucedido hace unos minutos, fue hacia su cafetería favorita y compro su desayuno casi diario: Un rico café con leche frío, y una dona glaseada. Al llegar a el colegio con su desayuno ya devorado, echo el empaque en la basura y fue hacia su casillero, agarrando los cuadernos que necesitaría en la mañana. Cuando cerró la puerta de este, cerró con llave y volteo su mirada a un lado, percatándose de que ciertos ojos avellana lo miraban fijamente entre un grupo de chicos, con una pequeña sonrisa ladina. El mayor tragó saliva y camino apresurado hacia su salón, pero antes de poder entrar sintió que una mano mucho más pequeña que la suya le cerró la puerta. Nervioso y apenado voleo a ver a el dueño de esa manita tan delicada y suave, y específicamente se trataba de Riki.

-A dónde con tanta prisa, Park...-dijo en un tono bajo, aún con esa sonrisa atrevida que hacía que la cabeza de Sunghoon estallara-

-Y-Ya casi entro a clases, Riki, necesito entrar... por favor, no estoy para tus juegos.-el mayor intento quitar la mano de el más bajo, pero este forzó para no moverse-

-Mm... pero si aún faltan 20 minutos.-soltó una carcajada, y se paró frente a el, recostandose de la puerta, y así sacando un cigarrillo de su bolsillo-¿Quieres?-extendió su mano hacia el rostro del más alto, ofreciéndole el cigarrillo, pero este lo agarro y lo lanzo a el suelo-

-No fumo esas porquerías... y tú tampoco deberías.-con su rostro serio pero aún algo nervioso, lo miraba a los ojos, ignorando la sonrisa de el menor-

-Como digas.-sacó otro cigarrillo, y lo encendió, inhalando y exhalando el humo en el rostro del mayor-Siempre siendo el mismo chico tierno y inocente que conocí hace 8 meses... tan lindo que me haces olvidar que eres mi mayor.-soltó una risita, y el mayor entre ellos, un poco irritado por el olor a tabaco le quitó el cigarro de sus manos-

-Basta de decir estupideces.-colocó su mano en el bolsillo trasero del menor, intentando sacar la caja de cigarros que este tenía en ese bolsillo. Siendo un intento fallido, claramente-

Ambos quedaron con sus rostros muy cerca, mientras el menor se encontraba apegado a la puerta, y el mayor con una mano en su trasero y otra en su cadera. El menor arqueo una ceja, y el más alto se sonrojo fuertemente. Riki sonrió con atrevimiento, y rozó sus labios con los del mayor, y colocó una mano en su pecho por la gran diferencia de estatura.

-Ahora que lo veo... si eres... algo sexy.-soltó una pequeña carcajada, y el mayor no tenía palabras ni acciones para reaccionar en ese preciso momento-

Su mente aún no procesaba que estaba casi por besar a ese chico, que le a estado gustando desde la primera ves que lo vio llegar. Hasta que una voz los interrumpió.

-Señorito Nishimura, ¿Que le he dicho sobre los cigarros en este colegio?-dijo el profesor de Sunghoon, haciendo que este rápidamente lo soltara y se alejara de el, con la cabeza baja, sin poder mirarlo a los ojos-

-Lo siento, profesor Ku, ya me iba a tirarlos, mi padre me los compra por ser un niño obediente.-dijo mientras soltaba una carcajada-

El profesor suspiro y negó levemente con su cabeza.

-Tu no eres de este aula de los de último año, vamos, aún te falta un año para estar aquí. Vete a tu aula.-dijo moviendo su mano en señal de que se fuera de ahí-

-Ya profe, ya me voy.-le dió una última mirada a el más alto y fue donde el, colocando su pequeña mano en el mentón de este, haciendo que lo mirara-

Y volvieron a unir sus miradas, tan profundas y penetrantes, ambas sin querer dejar de mirarse, ambas apreciando el brillo de cada uno.

-Nos vemos luego, angelito.-dió unas pequeñas palmaditas en su rostro y se fue con una sonrisa caminando mientras sus caderas se movían tan sensual y natural, cautivando la mirada de varios-

Sunghoon suspiro viendo cómo este desaparecía de su campo de vista, para luego hacer una pequeña reverencia hacia el profesor y ambos entraron a el salón, hasta que la campana sonó, comenzando así su jornada de estudios.

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