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Riki llegó a su casa, cansado por tener que ir a el colegio, luego a una reunión de la empresa de ropa, y luego a sus prácticas de baile. Cerrando la puerta central con fuerza, fue caminando hacia la cocina dejando sus mochilas en el suelo, y agarró un vaso de cristal para luego servirse un poco de agua fresca en este. Su madrastra bajo por las escaleras y fue dónde el.

–Riki podrías ser un poco más ordenado por favor? Que desorden.-dijo cruzando sus brazos y recostandose de la pared que se encontraba a el lado de la barra-

Riki la miro y luego soltó una pequeña risita, bebiendo lo que quedaba en el vaso y colocándolo en el lavaplatos.

–Eso a mí me importa una mierda, Youngmin, está es mi casa... con permiso.-justo cuando iba pasando por su lado, su madrastra lo detuvo con su brazo enojada-

–Basta de ser tan malcriado y irrespetuoso, eres una porquería de niño. ¿Cuando por fin harás algo que nos haga sentir orgullosos?-Riki rio con sarcasmo, y volteó a verla con sus ojos acuosos y lastimados-

–Entonces todo lo que hago les vale poco, ¿verdad? Esto es increíble. He estado haciendo todo lo que ustedes me piden desde que soy un estúpido feto, ¡Nunca he podido vivir mi vida! Mi adolescencia la he perdido en reuniones y viajes de trabajo, ¡Cuando se supone que estuviera saliendo de mi escuela con mis amigos a una salida! No sabes lo que daría por ser un adolescente normal, pero ustedes me han vuelto en un niño infeliz.-su madrastra lo miraba ofendida-

–Nosotros te hemos dado vida, tu padre biológico te abandono cuando tú apenas tenías tres años, ¡Deberías estar agradecido de que te tenemos todo esto y no estás pudriédote en la calle como los demás!-fruncio su ceño enojada, según ella su hijastro debería estar feliz por siempre darle suficiente dinero y "felicidad"-

–¡Pues preferiría pudrirme en la calle a que ser su maldito juguete para conseguir dinero! ¡Preferiría haberme perdido cuando verdadero creador se fue!-un fuerte caliente apareció en su mejilla, su madrastra lo había abofeteado por solo decir lo que siente-

–No mereces llevar el apellido Nishimura...-dijo con su rostro serio y enojado-

Riki la miro a los ojos, sintiendo como una fuerte punzada en su corazón apareció fuertemente, se sentía dolido pero libre al haberse desahogado.

–No sabes cuánto me arrepiento de haber tenido un hijastro tan inútil como tú, Riki.-esa fue la gota que derramó la copa, cada ves se sentía más pequeño a el lado de su madrastra-Cuando me casé con tu padre, hubiera aportado la idea de sacarte de esta casa, ¡Mal agradecido!

Sollozando, el pequeño Riki se fue corriendo de su casa, mientras lágrimas no paraban de salir de sus ojos, corría sin rumbo por las calles, y poco a poco, gotas de agua comenzaron a caer del cielo, hasta que una fuerte lluvia apareció. Rápidamente fue empapado, sintiendo como la fuerte brisa con agua lo arropaba, solo necesitaba calor y era lo menos que sentía. Su corazón roto y su cabeza también, nada positivo para un simple chico de 16 años.

Por otro lado, un Sunghoon apresurado por llegar a su casa corría, esperaba poder comer la rica comida de su appa, su cuerpo empapado por la lluvia al igual que el de Riki, se sentía frío y necesitaba ser apapachado por sus padres lo más rápido posible. Ambos llegaron a el mismo tiempo a el parque que se encontraba vacío por la lluvia, y ambos levantaron la mirada a el mismo tiempo. El cabello rubio de Riki mojado y algunos cabellos pegados a su frente, su cuerpo y ropa mojada y sus ojos algo irritados por las lágrimas. Sunghoon con el gorro de su abrigo puesto, estando su rostro y cabello húmedos solamente. Ambos con frío, ambos atraídos uno por el otro en ese momento. Cada uno apresuraron sus pasos para poder estar cerca, y tan pronto llegaron, unieron sus labios en un beso apasionado para poder sentir ese calor que tanto necesitaban. La lluvia ya no era tan fría como antes, ambos se aferraron uno a el otro. Gracias a la diferencia de altura, Sunghoon sostuvo a Riki por su cintura, rodeándola con sus brazos y así levantando lo un poco, haciendo que los pies del menor no llegaran a el suelo. Ambos se separaron del beso lentamente, juntando sus frentes, y Sunghoon lo aferró más a el. Justo en ese momento olvidó el que tenía que olvidarlo, el que era momento se superarlo, no pudo evitarlo, tuvo que besar esos labios gruesos, rosados y jugosos que se encontraban fríos y mojados en ese momento.

–Estas tan caliente...-susurro Riki temblado de frío, aferrandose a el mayor-

–Vayamos a calentarte, pequeño...-el menor asintió gustoso y ambos fueron a la casa del mayor-

☣ÐrµggêÐ☣ ❅ɴɪᴋɪ×ꜱᴜɴɢʜᴏᴏɴ❅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora