Soy adicto a amar, amar todo lo que haya y todo lo que viva. Soy amante de observar y de anhelar... pero se que no debo tener.
No debo tener, porque amar implica soltar, aquello que anhelas nunca será tuyo pues hemos nacido solos en este universo lleno de almas que desean no estar solas.
Pero se que algún día podré amarte y ver en ti grandes cosas, que cultivare en mi alma y sembrare en tu piel.
Algún día podré verte sonreír al sol de las mañanas y observar tu cabello moverse con el aire frío de las tardes.
Porque soy adicto a amar, aunque eso implique saber que perderé todo lo que amo algún día.
Algún día perderé la habilidad de ver las estrellas, de observar los inmensos mares o de perderme en tu sonrisa.
Algún día ya no podré abrazarte mas ni hablarte, porque tu alma habra cambiado y la mía también, porque tus ojos dejaron de brillar hacia la dirección de mi alma.
Porque soy adicto a admirar lo que no es mío.
Y por eso admiro al mundo, y a ti.
A tus bellos ojos y a tu cabello arreglado.
Por eso te admiro a ti, y al mundo.
Por sentir el sol calentar mi piel y ver el reflejo de la luz en el rio, porque se que algún día lo mirare contigo a mi lado.
Y al siguiente, lo mirare recordándote a ti. A cuanto te amé.
Porque soy adicto a soñar, con tenerlo todo.
A amar todo.
Pero al final lo perderemos todo, pues nuestras almas se perderán en el cosmos... junto a todos nuestros anhelos, y todo lo que amamos.
Porque al final se que te perderé a ti, pero no importa.
Porque ya te he perdido antes.
Porque te perdí desde el día en el que comencé a amarte.
Porque te perdí el día en el que me convertí en adicto a ti.
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Sonrisas en el atardecer
EspiritualPensamientos cortos que imagino al ver un bonito amanecer o atardecer, ¿Tu también los piensas?