DON'T MAKE ME FALL IN LOVE

3.1;

¿Sabes esa vocecita que aparece en tu cabeza cuando estás a punto de hacer algo que seguramente no deberías hacer y te dice: "¿Sabes qué? Mejor no."? Pues es tu cerebro tratando de proteger tu integridad física y moral. Se llama inhibición y el alcohol hace que desaparezca.

-Rox, no sabes quién está en la barra. -dijo Jennie a duras penas con su cubata en la mano.

-¿Quién?

-¡El amigo buenorro de Lis que me da malas vibras! ¡Taeyan!

-¿Taehyung?

-¡Y está con Momo y con otra chica!

-¡¿Mi Taehyung está con quién?!

Me dirigí dando tumbos hacia donde Jennie señaló. Pude reconocer la espalda de Taehyung y le piqué el hombro con el dedo.

-¡Tú!

-¿Qué quieres ahora?

-¡¿Por qué haces que me ilusione cuando luego vas y te follas a otra?! ¡¿Cómo te atreves?!

-¿Qué? -posé mi dedo índice en sus labios.

-Sshhh, déjeme acabar señorito "me las follo a todas" ¡Y no te hagas el inocente! "Oh, no, no te vayas, quédate conmigo" ¿Y qué hice? ¡Me quedé contigo! ¿Y tú que hiciste? ¡Nada! Ni un "lo siento por darte un pelotazo" ni un beso para compensar, ¡Nada!

-¿Roxanne? -Una de las dos chicas que estaba al lado de Tae habló y la reconocí.

-¡Tú!

-Roxanne, me parece que has bebido demasiado.

-¡Cállate y dime cuál es tu puto nombre!

-... ¿Momo?

-¡Pues claro! ¿Pero quién lo iba a decir? ¡Con lo siesa y que pareces quién iba a decir que serías una zorra!

-...

-Oye, te estas pasando. -habló Taehyung.

Una chica rubia que al parecer también estaba con Taehyung se acercó mucho a él y colocó su mano en su pecho. -Vete de aquí, niñata.

-¿Vas a permitir que me hable así, Taehyung?

-Roxanne, en primer lugar no deberías estar aquí, y en segundo lugar está claro que has bebido demasiado, deberías irte a casa.

-¡Pero oppa, yo vine por ti! -me abalancé a su cuello abrazándome con fuerza.

-¡Aléjate de Tae, loca! -gritó la rubia.

-¿O si no qué, eh guarra? -dije aún abrazada a él.

-¿Qué me has llamado?

-Te he llamado guarra, ¿A caso estás sorda? -me separé algo de Taehyung para enfrentarla.

-Chicas. -intentó intervenir él.

-Atrévete a decirlo de nuevo, zorra.

-¡Somi! -regañó Momo.

-Gua-rra.

Aquella estúpida se volvió loca y me estiró del pelo. Yo no me quedé atrás y repetí su acción. Por la torpeza con la que nos golpeábamos, podría decir que estábamos igual de ebrias.

Mi vista se nubló, la música y los gritos se mezclaron y todo se oía borroso.

Caímos al suelo tratando de seguir con la "pelea" pero noté una presión extraña en mi cintura y sentí como me alejaba del suelo. Tardé unos cuantos segundos en darme cuenta de que me estaba moviendo pero no estaba tocando el suelo. Me reí al pensar lo gracioso que era ver el suelo moverse con las luces mientras avanzaba hacia Dios sabe dónde.