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La mañana yacía envuelta en una capa de frío, los copos de nieve caían como una suave llovizna en toda la ciudad de Seúl.

En una gran mansión, bajo las calidas y suaves colchas se podía escuchar los ronroneos de un dormilón alfa león. Sus peludas orejas parpadeando a cualquier mínimo ruido, su aroma se expandía más en toda la habitación cuando en su cuello siento una bolita de lana, el pelaje era tan esponjoso que sus garras salieron inevitablemente. Abrió en lentitud sus azulados ojos, mirando hacia abajo, encontró a su parejita acurrucado en el, buscando su olor, sonrió.

—¿Bebé?

Un bajito chillido fue su respuesta, sacándole una risa y notó sengundos después, ese gordito hámster tomando su forma humana, siendo un hermoso pelinegro en simples bóxers y tener su piel lechosa, carmesí por la vergüenza.

Sunghoon olfateó el olor a mandarinas embriagado su sentido fácilmente, ronroneando.

A veces, en las mañanas le gustaba ver como su parejita paseaba por la casa en su lado animal.

—Amor

Sunoo se acurrucó en el pecho de Park, buscando que él sea una calentita manta del frío para su cuerpo. El león lo envolvió con su larga cola, esos cálidos brazos adueñarse de la pequeña cintura. Las redonditas y pequeñas orejas del omega, hacían cosquillas bajo su mentón y Sunghoon ronroneo divertido.

—Hyungie, falta media hora para que me dejes en clases— anunció el azabache, Sunoo olfateo gustosamente el aroma del alfa líder; saldado y hiervas.

Park Sunghoon es un alfa líder realmente poderoso y adinerado. Su aspecto mostraba poder. Esas puntiagudas orejas que sobresalían de su cabellera rubia, las garras que podría mostrar ante una falta de respeto a su autoridad, esos filosos colmillos que poco han visto son de teme, esos azules ojos como el mar; brillantes. Y su larga cola arrastrándose con pereza. Park era un difícil hombre con el cual tratar, esa mirada que lanzaba cuando algo o alguien no le agradaba, o irritaba en demasía. Ese aura que lo envolvía tan dominante, podría intimidar a cualquier jerarquía. Un hombre de veintisiete años, Jefe de la Empresa de su Padre; Park Seokjin, que en paz descanse. Su inexpresividad y tosquedad era bienvenida a todo aquél que le hablase, excepto a su precioso Omega destinado - a quién todavía corteja - Kim Sunoo.

Su Omega era aún menor, el delicado pelinegro tenía diecisiete años - muy cerca de los dieciocho - Su parte animal era un indefenso y poco común; hámster. En la sociedad los Omegas de este tipo, eran realmente valiosos. No sólo por la hermosa, e inclusive belleza, sino que era de los más fieles compañeros. Tenía su lado juguetón y bastante amoroso, muchos Alfas buscaban con la esperanza de tener un Omega como ellos. Despertando los celos de Sunghoon cuando admiraban y elogiaban a Sunoo en demás. 

Pero casi nadie podía establecer una conversación con el Omega, Sunoo era bastante tímido. 

Park, lo cuidaba como la cosa más valiosa de su vida y lo es. Sunoo era su motor a seguir, el Omega era lo dulce de su amargura de vida. 

Sunoo suspiro satisfecho, las caricias en las redonditas orejas que salían de su cabellera, lo tentaba a dormir de nuevo, algo que no quería. Cariñoso, dejó un recorrido de besos en el cuello de su Alfa, sonriendo al sentir como su Omega volverse un bebé y jugar cuando el aroma del mayor lo invadió. El Alfa en muchas ocasiones era territorial y posesivo, Sunoo no tenía problema alguno, después de todo, alejaba a todos los estúpidos Alfas que se insinuaban. 

— Deje listo el almuerzo, Alfa. 

— ¿Estuviste madrugando?

— Uh, un poco — Puchereó al notar la seriedad del oji-azul, Sunghoon lo estaba regañando con un simple mirar. A él, no le gustaba, ni le gustaría ver a su Omega con horribles ojeras bajo sus preciosos orbes cafés. Sunoo a veces no lo podía evitar cuando sus Profesores mandaban tareas en demasía — ¿Hoon? 

El oji-azul sello sus labios con unos besos y el hamstersito, se vio envuelto en la cola del León, inevitablemente sus orejitas parpadearon. Sunghoon lo recostó encima y sus manos bajaron a las caderas del azabache semi-desnudo.

— Lo dejare pasar por esta vez — Advirtió, sacando un pucherito al menor. Sunoo borro esa seriedad con sus labios, llenado todo ese niveo rostro con dulces besitos — Amor, vas a babear toda mi cara — Soltó una risas. Era difícil enojarse con su Omega. 

— Alfa serio, no es lindo — Negó frenético. 

— Omega con manchitas bajo sus estrellitas tampoco. 

Sunoo puchereó, mirando al mayor, pero no evitó sorprenderse al momento que unas manos dieron una nalgada en sus pompas. Sunghoon se carcajeó a la carita avergonzada del menor, hasta que Sunoo volvió a su forma animal... 

El Alfa pudo apreciar esa bolita peluda corretear hasta fuera de la habitación... Sin duda, su Omega era tan tímido...

[ yo puse como advertencia que Sunoo es menor de edad ]

[ yo puse como advertencia que Sunoo es menor de edad ]

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Kim Sunoo
Hámster
Omega
17 años

Park SunghoonLeón Alfa puro27 años

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Park Sunghoon
León
Alfa puro
27 años

Hamstersito // sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora