~•A love of meters•~

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En la alta edad media en un reino llamado Cherubs nacía como primogénita de los ya avanzados reyes, en este mágico lugar vivía la armonía y la paz donde las hadas del bosque encantado, las sirenas del lago mágico, los duendes y demás criaturas mágicas convivían tranquilamente con la gente del reino y en ese día tan especial de gozo, tres deseos de diferentes brujas se le sería concedido a la pequeña princesa recién nacida.

La bruja mayor reina de la aldea de los duendes fue la primera en pasar, su nombre era Castapella quien con sus delgados dedos blancos acarició la mejilla de la pequeña bebé que reposaba en la cuna muy alegremente.

- pequeña princesa, mi deseo para ti es que seas muy alegre y que nada ni nadie apagará o cambiara esa sonrisa tan hermosa por lágrimas desgarradoras - movió su mano con la cual había acariciado a la princesita y de esta salió formada una flor en polvillo rosado la cual pétalo a pétalo callo y desapareció sobre la princesa quien llena de gozo soltó una carcajada la cual resonó por todo el salón.

La segunda bruja sería la reina de las hadas quien acompañada de su pequeña hija Glimemer daría el deseo a la princesa.

- Nuestro deseo para la princesa Catra es tener el don de la música con el que todo aquel instrumento que toque sus manos sonará una hermosa melodía - pronunció para tomar un diamante pequeño que sostenía su hija para apretarlo en sus manos y este se convertiría en polvo brillante azul el cual, como anteriormente, desapareció al tocar el pequeño cuerpo de la bebé.

La tercera bruja era la princesa de las sirenas, Mermista, quien aburridamente , por órdenes de su padre el rey tritón, debía de dar un hermoso deseo a la heredera de Cherubs.

- Mi deseo el cual viene en honor al mundo de la sirenas, es el don de la belleza del corazón - dijo simplemente para dejar caer pequeñas gotas de agua brillante quien desaparecieron en el rostro de la pequeña quien había cerrado los ojos un momento y cuando los volvió a abrir uno de sus ojos se había vuelto dorado brillante

- Que significa esto? - exclamó alterada la reina tomando a su pequeña hija entre sus brazos - princesa mermista por que tu deseo le a cambiado uno de los ojos de mi pequeña?

- Yo....

- Deseaste la belleza del corazón y con ello dejaste visible su hilo rojo del destino - Explicó la bruja personal de la reina, fiel confiable de ella.

- Shadow weaver explicate bien - seriamente hablo el rey quien aunque su preocupación era fuerte aún mostraba una cara severa y sería.

- Con gusto su majestad - dio una reverencia para después aclarar un poco su garganta - El don de la belleza de corazón es el otro nombre que se le da al amor pleno y feliz, cuando esté hechizo se realiza no solo le da a la afortunada un puro y bondadoso corazon si no que también se visibiliza el hilo rojo del destino, osea comparte un rajo físico con su alma gemela.

- Es decir la princesa está destinada a casarse con una sola persona - concluyó Ángella reina de las hadas.

- Espero que ese amor te sea muy feliz - acarició dulcemente a su hija la cual respondía a su suave caricia cerrando sus ojos y mostrando una sonrisa.

Del otro lado del castillo un robusto y alto hombre vestido con armadura se encaminaba apresuradamente a sus aposentos siendo seguido de dos hombres mucho más pequeño que el quienes trataba de seguir el pesado paso de su general, al llegar a su destino azotó con fuerza la puerta dejando ver sobre la cama con frazadas remendadas, a su pequeña y única hija quién llevaba la edad de 3 años.
La pequeña lloraba mientras se agarraba su ojo derecho en claro signo de que que sufría por una especie de dolor.

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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