capítulo 1

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Lys

Ya había llegado a casa, mi madre fue bastante “normal” con este asunto, me la imaginaba más… yo que sé, ¿insoportable?. En fin, llegamos a la casa y, para mi suerte, mi madre se fue a dormir directo, estaba muy cansada porque había trabajado todo el día y yo… me quedé despierta para revisar ese celular.
Estaba en la sala, todo estaba en silencio y yo ahí, con mi celular prendido en el chat de mi mejor amiga Kira y con el otro apagado, los dos encima de la mesa. Prendí el celular ajeno y vi varias notificaciones. La que más me llamó la atención fue de una chica agendada como “Tania mi amor” donde la tal Tania estaba bastante enojada por “algo” que no pude ver porque de los nervios mis dedos resbalaron y eliminaron el mensaje del panel de notificaciones, y ahí es cuando confirmé de quién era el dispositivo que tenía en mis manos. Desbloqué la pantalla que, para mí suerte, no necesitaba pin para ingresar. Abrí WhatsApp y entré al chat de Tania. Su nombre era Dalia, la chica que se subió a mis hombros, se llamaba Dalia. Y al parecer tenía una novia bastante enojada y celosa. Ya me preparaba para lo peor ¿imagínense que te están reprochando por una persona equis y que esa persona equis le responda al mensaje? Bloquee la pantalla y abrí mi celular porque se había apagado. Le escribí a Kira preguntando que hacer a lo que ella me respondió con un simple -Decile la verdad, ya sabe quién sos ¿qué más puede pasar? – y se desconectó. Ahora estaba sola, en la noche y sin consejos de mi mejor amiga ¡genial!
Desbloque el celular de Dalia muy lentamente y le escribí.
-Hola, me llamo Lys y creo que sos la novia de la dueña de este celular, probablemente se le haya caído y terminó en mis bolsillos, ¿Sabes donde la puedo encontrar para devolvérselo o juntarme con vos y que se lo des cuando se vean? –
Luego de eso bloquee la pantalla y fui a tomar un vaso de agua para calmar los nervios. Cuando terminé de tomar ese vaso que seguro pasaron horas pero se sintió como minutos, lo dejé en el lavavajillas y vi de reojo una bolsa de gomitas ácidas que no pude evitar comer, necesitaba azúcar en mi cuerpo.
Al llegar de nuevo a la sala y pasar muy lentamente por el pasillo que lleva de la cocina al comedor y del comedor al salón, me senté en medio del sillón y abrí el celular que había dejado en la mesita antes de ir a la cocina. Sinceramente, me esperaba un poco más de empatía, pero lo que recibí fue un.
-No sé, ella ya no es mi novia ni la voy a volver a ver. Ya sabrás vos que hacer y como hacerlo pero cuando la veas, hacele saber esto, TERMINAMOS. –
Y procedió a bloquearme. Bueno, a Dalia.
Cerré ese chat con más alivio y empecé a buscar más contactos. No fue difícil encontrar uno útil. Un chat más abajo se llamaba “Vero mami”, yo supongo que será la mamá de Dalia así que entré y le expliqué la situación, estaba consciente de que era medio tarde pero en ese momento no me había dado cuenta.
Para mi suerte, me contestó unos minutos después y acordamos en que mañana nos íbamos a juntar con Dalia a las 5PM en una cafetería que estaba ubicada en el centro.
Ya más tranquila y con una bolsa vacía de lo que eran unas gomitas ácidas, me fui a dormir.

My Girl In RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora