Lys
Le conté a mi madre la idea que tenía y ella aceptó sin pensarlo. Me dio un poco de dinero para comprar todo lo necesario y me fui de casa mientras llamaba a mi mejor amiga para explicarle mi idea pero como no me contestaba decidí ir hacia su casa.
Esperé sentada en la puerta ya que no había nadie en su casa hasta que llegara, pasaron veinte minutos y la vi acercándose junto con Gabriel, los dos iban de la mano y se les veía muy felices hasta que me vieron y sus caras pasaron a una confusión más grande que yo dudando de mi sexualidad.
-Y-yo eh, per-perdón vendré más tar-tarde – y con eso me levanté y me fui pero Kira no me lo permitió.
-Lys ¿está todo bien? ¿qué haces acá? – me preguntó
-Es que yo te llamé pero no sabía que estabas con Gabriel, perdón – no podía ver a la cara a Gabriel, QUE VERGÜENZA
Kira sacó su teléfono y vio la llamada perdida de hace como media hora.
-QUÉ TONTA – dijo tapándose la cara
-Perdón Lys, no estuve pendiente al celular hoy –
-No pasa nada, no era tan importante, veo que tienen cosas que hacer así que mejor me voy – le dije
-No Lys tranqui, Gab solo vino a dejarme a casa, él ya se va – me dijo con una sonrisa y se despidió con un beso de Gabriel.
Cuando Gabriel se fue entramos a su casa.
-¿Qué pasó Lys? ¿está todo bien? – dijo a continuación de cerrar la puerta de entrada.
-Si si, solo que estuve hablando con mi madre mientras almorzábamos y me dijo unas cosas que… en fin, hizo que pensara más en lo mío con Dalia y se me ocurrió una idea para arreglarnos y como nunca hice nada sin ti quiero que me ayudes – le dije sin mirarla a la cara porque me daba mucha vergüenza.
-Lys… CLARO QUE TE VOY A AYUDAR, contame que tienes en mente! -dijo ella con una sonrisa en la cara así que eso fue lo que hice.
Luego de contarle mi idea fuimos al centro. Ella fue a imprimir unas cosas y yo fui a un local de banderas, cuando ya habíamos terminado fuimos a su casa a armar todo. No quería lo tradicional, un ramo de rosas con una caja de bombones.
Cuando llegamos nos instalamos en su habitación, sacamos todas las cosas que habíamos comprado y empezamos a armar todo dentro de una caja blanca. Una vez terminamos nos faltaba lo más importante, la carta.
-Cualquier cosa que necesites yo voy a estar en la sala de estar ¿sí? – y con eso, Kira cerró la puerta y me dejó, ahí, sola.
Para ser honesta yo quería ese momento para mí, escribir cartas es algo muy personal y no me gusta que el resto lea lo que escribo.
Después de cuarenta minutos de escribir, borrar, escribir, borrar había terminado. Lo metí dentro de un sobre y lo puse en el fondo de la caja, me despedí de Kira con un abrazo bien fuerte y me fui para la casa de Dalia.
Fue el viaje más lento que hice en mi vida mientras me replanteaba lo que estaba haciendo.
Cuando llegué a su puerta dejé la caja en el piso, toqué timbre y me escondí detrás de un árbol.
Por suerte, fue Dalia quién abrió y vio la caja.
Se sentó en el marco de la puerta y empezó a abrir el regalo.
Lo primero que sacó fue un cuadro con nuestra foto en el concierto, la idea no era que llorara pero empezó a hacerlo y no sabía que hacer, pensé que estaba enojada conmigo por eso no salí para abrazarla por más que hubiera querido.
Lo segundo que sacó fue la bandera lesbiana, la desdobló y se la puso cubriéndola como si fuera una manta. Estaba tan débil que lo único que quería era abrazarla.
Y por último, sacó el sobre, mientras lo habría yo ya estaba en una crisis y lo leyó, leyó esa carta que tanto me había costado escribirle y con amor, le dije…
Dalia, sé que esto te va a parecer raro, o sea, una chica con la que saliste una sola vez en tu vida te regala una bandera lesbiana y una carta donde te confiesa sus sentimientos pero es la única manera sin ponerme nerviosa y empezar a tartamudear. Cuando te vi en ese concierto prendiste algo en mí, algo que no sabía que tenía y más cuando te subiste arriba mío. Me decepcioné un poco cuando me enteré que tenías novia pero debo admitir que cuando Tania me confesó que terminaron, porque sí, hablé con ella principalmente para devolverte el celular pero ese no es el punto, sentí cosquillas en el pecho ante su confesión y me puse un poco contenta (soooolo un poco). Me rompe el alma verte mal y más si yo no puedo hacer nada, por eso, con esta carta te pido que seas mi compañera de vida, la persona a la que, recién me levante, enviarle un mensaje de buenos días, regalarte cursilerías por San Valentín, abrazarte hasta más no poder, besarte hasta quedarnos sin oxígeno. Sé que no soy nada parecido a Tania, estoy consciente, pero quiero hacer el intento, por lo menos dame esa oportunidad.
Con amor, Lys
XOXO
Y salí de donde estaba escondida, la vi tan débil, y cuando ella me vio se levantó de un golpe después del shock. Me acerqué y nos besamos, fue el mejor beso que tuve en mi vida, mi estómago estaba dado vuelta y mi corazón quería salirse de mi pecho.
Una vez que nos distanciamos nos reímos y me dijo.
-Te amo, Lys –
Esas palabras “te amo” son muy fuertes pero el sentimiento es más grande.
-Yo también te amo, Dalia –Fin.
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My Girl In Red
Cerita PendekLys es una chica bastante introvertida pero suele ser bastante impulsiva y eso la llevó a conocer a la chica que iba a cambiar su vida entera. Y todo ¿en un concierto de Girl In Red?