Domando Su Corazón (Completa En Booknet)

Capítulo 2

Una vez estamos listos, le quitamos la mochila a nuestro informante y tal como dije, está el mapa con las indicaciones, pero eso no significa que todo irá bien, aún no sabemos si tenía alguna información de importancia que darnos.

—Williams— Wilson mira a su agente —es tu oportunidad de demostrar que no eres un completo idiota y un inexperto en el campo— mira a mis soldados y a mí —es el especialista en estrategia— Kenny frunce el cejo, quien hace las estrategias aquí es él.

—Eso lo voy a juzgar yo— ladra sin poder quedarse callado. Cela su posición más que a sus putas.

—De acuerdo— dice el chico aclarándose la garganta, no se siente bien quedar como un estúpido frente a tu jefe y frente a la competencia —vaya— frunce el cejo —supongo que los rojos son el enemigo— señala los edificios que están alrededor del que debemos entrar —están posicionados en puntos claves— se queda mirando el mapa por unos segundos y Kenny se estresa —tal parece que hay francos tiradores en cada uno. Nos van a rodear por todos los lados e irán subiendo— nos mira tratando de ocultar su inquietud —¿Cómo vamos a salir vivos de ahí?— Rony ríe.

—Caboom, nena— le guiña con burla.

—Negativo— Wilson interviene —no pueden explotar el lugar, no hasta que tengamos nuestro objetivo a salvo— lo miro inmediatamente, sabía que algo se traían entre manos.

—Es nuestro plan y nuestra posibilidad de sobrevivir, ¿Por qué no lo haríamos?— me mira con seriedad, está dispuesto a hacerme cambiar de parecer.

—No es posible, solo eso debes saber— frunzo el cejo.

—No puedes venir aquí y negarte a seguir indicaciones. Mi trabajo aquí es sacar a mi equipo y al tuyo con vida, no voy a correr riesgos— le dejo en claro. 

—Pues de no hacerme caso tu maldita misión será en vano y yo tampoco voy a correr riesgos. Tengo mucho que perder Berrycloth, al igual que tu equipo y el mío— nos miramos sin parpadear y no tengo más que hacer, sus palabras son de peso y ya mi equipo y yo hemos perdido bastante.

—Bien, ya me he enterado de nuestro trabajo— miro a mis soldados —debemos protegerles el culo hasta que hagan su misión.

—No me jodas— gruñe Evelin, la rubia que me tiré en la mañana —no van a matar ahora sí— Rebecca la apoya con un gesto de confirmación.

—Cada uno de ustedes velarán por la seguridad de cada agente, cada uno será responsable de que esta misión se lleve a cabo en su totalidad y el que falle en la misión será castigado. Si desean volver a casa para el amanecer más vale que obedezcan. Es un orden— todos en desacuerdo endurecen el gesto.

—Sí señor— contestan en coro.

—Bien, hay que estudiar cada paso, tenemos diez minutos para esto— Williams prosigue con su trabajo y los demás asentimos a todo lo que dice.

Con sigilo y cautela nos adentramos al lugar, recorremos la ciudad Balj, Afganistán a pie. El maldito lugar es tan deprimente que con solo pensarlo te niegas a morir aquí por el simple hecho de poder podrirte en una maldita zanja.

—Mierda, esto da escalofríos— susurra Rebecca —primera vez que no estoy feliz porque están pendiente a mi culo.

—Oh, lo siento nena. El uniforme te sienta bien— bromea Rony.

—No seas estúpido— le gruñe Kenny —contrólate o te disparo en la maldita polla— sonrío al escuchar a esos dos.

—Todo despejado— informa Arnold quien va en la parte trasera.

—Avancemos, todo está despejado— yo quien voy a la cabeza miro cada rincón de cada lugar que me llegue a la vista —Alto— me detengo y sigilosamente me acerco al barandal de seguridad de las escaleras y miro el piso arriba —despejado, ha sido una rata— todos iniciamos a caminar.