El mejor beso de la vida.

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Entre al salón de Química, lleve todos mis cuadernos y me senté en la primera silla que encontré.

Al lado mio había un chico muy pequeño y se notaba que era tímido.

- ¿Como te llamas?

-Ja- Jason

- Que sorpresa- reí - mi hermano se llama así

El chico de anteojos se limito a sonreirme y a seguir escribiendo.
De pronto apareció Kyan, se acerco a mi y a mi nuevo amigo.

-Juan, vete!

-Pero no me llamo Juan

- ¡Que te vallas joder!

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-Necesito hablar contigo, de lo que no te dije ayer.

- Vete a la mierda - dije mientras le tiraba mi jugo de naranja.

-Mierda Morgan!

-Megan! - grite

Kyan comenzó a sacarse el polo y todo el salón se quedó boquiabierto, los chicos lo envidiaban mientras que las perras se derretían por el. Y yo, bueno , solo comencé a disfrutar de sus bien formados abdominales.

Pero me bajaron del cielo cuando sentí el agua fría en mi blusa.

-Hijo de puta

Kyan no paraba de reírse pero se le acabo la gracia cuando la maestra vino y nos ordene ir a traer los implementos para limpiar.

-Eres un idiota - gruñi

- ¿Quien fue la que me lleno de agua primero?

-Ponte el polo que me pones nerviosa - grite.

- ¿A si?

-No como tu piensas - (la cague) - sino que me das cólera.

Kyan acerco mi cuerpo al suyo y fuimos ambos a la pequeña habitación del conserje.

Me puse a buscar la escoba y Kyan se interpuso en la puerta.

-Permiso

-No - sonrió

- Que? - pregunte desconcertada - sal de acá o te juro que te romperé la cara

- ¿A si? ¿que más me harás?.

Estaba a punto de hablar pero me acorralo contra la caja.
Recuerden que aún no tenía el polo y eso me ponía mas nerviosa.

-Dime que amas a James

-No tengo porque decírtelo

-Es porque no lo amas ¿Verdad?

No termine de hablar y su boca estaba junto a la mía.

Me lanzo contra un escritorio y comenzó a besarme apasionadamente.
No podía creer lo que estábamos haciendo, me sentía una perra total pero en ese momento no me importaba porque sentía que me llevaba al cielo.
Su lengua paso por toda mi boca haciéndome sentir sumamente feliz.

Mordí su labio haciendo que se pegase mas a mi y nunca alejarme de el.

Definitivamente jamas había besado a alguien así.
Agarraba sus enormes brazos y los arañaba tratando de respirar.
De un momento a otro ya no estaba en el escritorio sino pegada en la pared, empezó a recorren su boca por todo mi cuello y yo hacia lo mismo.
No quería que esto jamás terminara, bajo su mano lentamente desde mi cuello hasta mi cintura y fue entrando lentamente a mi polo. Trató de sacármelo pero no se lo permití, seguí besándolo.

-Kyan, bast- basta - gemí

Pero ¿Creen que me hacia caso?
Pues no, le importaba una mierda, y llegue al punto que a mi igual.

-¡Que hacen! - grito el conserje, estaba realmente asustado, como si hubiese visto un fantasma. En ese momento yo estaba siendo cargada por Kyan y tuve que liberarme rápidamente.

Problemas ¡Vengan a mi! - Libro 1(terminado) Libro 2 (empezando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora