Capítulo 5 : Mía.

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Andro.

La llegada de Emilia tiene una revuelta en casa, mi padre le mandó un grupo de cinco escoltas a buscarla, algunos se quedarán cuidando el perímetro, vestidos de civil, mientras los otros la acompañaran en el auto.  

Con todo eso de que es el dueño de una de las cadenas de hoteles más importantes, y el máximo representante de la mejor empresa de publicidad del país, no hallo motivo para que ande jugando al todopoderoso. Ahora que Emi llegará tendré quien me ayude a investigar y concluir con las sospechas que durante años han rondado por mi mente. 

- Mi niño – escucho la voz de mi nana a mis espaldas.

- Sabes que no me gusta que me llames así.

- Vale, lo siento grandullón – pone los ojo en blanco – tu...

- Nana déjalo, ya le doy yo misma la sorpresa de mi   llegada, ya sabes que a él todo le da igual.

- Hola hermanita, ¿Qué tal tu viaje? – hablo con sarcasmo y eso la pone de mal humor.

- Bien idiota, mínimo podrías fingir un poco de emoción – me da un golpe en la cabeza.

Me levanto y le doy un abrazo, esta cambiada; se tiño el pelo de rubio y usa un poco más de maquillaje, sigue estando delgada como una aguja y su piel esta bronceada. Ha pasado aproximadamente un año desde la última vez que nos vimos en persona, tampoco hablamos a menudo y casi no hacemos video llamadas.

- Veo que Italia te asentó bastante bien, aunque no engordas ni inflándote con un compresor.

- No me hace gracia tu comentario, pero te la voy a dejar pasar  por esta vez, te extrañé mucho y no quiero ahorcarte aún.

- Mi niña ¿cómo te fue el viaje?, estas hermosa; no le hagas caso a las boberías de este – se le engancha en el brazo y se la lleva en dirección a la cocina, cuchicheando todo lo que se les ocurre.    
  
Entro en mi celular, echándole un vistazo a las redes sociales, no hay muchas novedades, me entretengo hablando con ciertas amigas y acordando visitas placenteras. Estoy aburrido y paso las imagines sin mirar su contenido, me detengo cuando me entra una nueva notificación, es de la página universitaria, nunca las abro, siempre son las mismas tonterías, pero en esta ocasión, aparece  el nombre de Roger y “la nueva”, señalados con un emoji de sorpresa; la toco y se abre la publicación, mostrándome a ambos en lo que parece ser una cafetería, él la está mirando mientras ella aparece con una sonrisa; bajo a ver los comentarios y los aclaman como la parejita reciente, hablan de que sí se ven bien juntos, que son divinos y unas cuantas chorradas más que no leo para no terminar con empalagado de tanto almíbar. El lugar aparece etiquetado a la imagen y apenas hace unos instantes que la subieron; no lo dudo dos veces y salgo hacia la ubicación señalada.

Me jode que ese Roger quiera competir con algo que ya aparté para mí, tiene que ser mía, nadie la puede tener antes que yo;  es una más que anotar en mi lista y ese idiota no va a ser quien me lo arruine.

Enciendo el auto y pongo la ubicación en el GPS, mientras tanto sigo mirando la imagen de los “tortolitos”; viéndose ridículos juntos.

Transcurren veinte minutos, los justos para llegar y aparcarme en el estacionamiento. Continúan subiendo publicaciones, dándome la información que requiero para saber donde están, subo unas escaleras y queda ante mí la dichosa cafetería.

Recorro el lugar, cuenta con un espacio minimalista y un diseño futurista, tiene buena iluminación y un ambiente agradable;  pido una mesa, no quiero que me vean, así que me pongo a una debida distancia,  desde mi posición se les ve bien, parecen estar hablando, pero no logro escuchar nada.

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