🌷3🌷

946 133 13
                                    

-Últimos minutos: la pandilla conocida como Tokyo Manji Gang está causando terror en la gente, se han reportados cuerpos sin vida de familias completas dentro de diversas propiedades, nuestros informes dicen que eran personas con deudas hacia está mafia...

El televisor sonaba de fondo mientras un joven de azules ojos preparaba taiyakis, rellenaba con frijoles dulces el característico dulce.

Pérdido en sus pensamientos no vio cuando uno de los guardias entro dejando varios sobres en una mesita cerca del comedor.

Cuando termino de meter los dulces al horno, salió de la cocina y se dirigía a la sala, pero noto los sobres en la mesa tomándolos todos y llevándolos consigo.

Su trabajo era revisar toda correspondencia que llegara e informar a su esposo sobré estos y su contenido, normalmente eran cartas de los deudores o entrevistas de la "empresa" que utilizaban para lavar dinero. Si el contenido era algún asunto importante debía llevarlo a las oficinas que se encontraban en la otra casa que aunque solo se necesitaba atravesar un pasillo subterráneo, la verdad era que le causaba pavor bajar, preferiría darlo a algún guardia y que se lo llevará pero los altos mandos no confiaban en que todos sus lacayos fueran fieles o que igual no fueran espías de otras mafias más pequeñas pero enemigas-pasivas.

Al darse cuenta de que ningún sobre contenía información importante suspiro y estuvo a punto de levantarse y llevar la correspondencia a la oficina de su esposo, cuando se percató de que le había faltado un sobre que a diferencia de los demás era de un color azul parecido al de sus ojos y además se veía grueso lo tomo entre sus manos y con curiosidad lo abrió, encontrando dentro una carta y un pequeño chocolate.

Tomo la carta dejo el sobre en la mesa, con poca precaución se comió el chocolate y comenzó a leer la carta:

A veces tengo ganas de ser cursi
para decir: Lo amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡Lo quiero tanto!

A veces tengo ganas de ser niño
para llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir,
bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor
rompiéndome el pecho,
y decir:
Esta flor es para usted.

Estuvo a punto de soltar unas lágrimas por tan bello poema que estaba escrito pero no se dio cuenta hacía quien iba dirigida la carta y se asusto al pensar que tal vez no era correspondencia para su esposo sino para otro de los habitantes de esa mansión, con un poco de temor reviso la parte trasera del sobre y se dio cuenta de que está tenía escrito su nombre pero no había nombre del autor de dicho sobre, por un momento creyó que tal vez era enviado por su esposo pero con un suspiro negó al recordar que su compañero de vida no era tan cursi y mucho menos le enviaría algo tan romántico.

Decidió esconder el sobre entre sus pertenencias que Mikey-kun nunca tocaba pues a pesar de todo confiaba en él.

Un rato después un guardia entro llevando consigo un ramo de violetas transportando a Takemichi a sus recuerdos de cuando era estudiante y diario pasaba cerca de la florería viendo con anheló las violetas que vendían en ese lugar.

Salió de sus pensamientos cuando el guardia se las entregó

-Un repartidor acaba de dejar esto, dijo que eran enviadas para Takemichi Hanagaki, revisamos las flores y al parecer ninguna trae veneno ni algo extraño que podría ser peligroso para usted - dijo el guardia sin dejar hablar al pelinegro pues salió rápido de la casa.

Takemichi admiro las flores estaban envueltas en un hermoso papel blanco, cuando se percató de que estás tenían una pequeña nota colgando la tomo para leerla

Para Takemichi:

Espero le haya gustado el poema y me gustaría que cuidarás estás violetas, pues se que muchas veces durante tu adolescencia mirabas con amor aquella florería y más que ver la florería tu atención siempre se posaba en estás flores
.
Anónimo..

Takemichi se sorprendió por aquello pues la persona que le escribió el poema y le envío flores era el mismo extraño, además lo conocía cuando aún era un estudiante, creyó que tal vez podría ser un acosador pero prefirió callar y no mencionar nada a su esposo este nunca se daba cuenta de los detalles de la mansión y pensaría que las flores son un simple adorno más que las empleadas colocaban.

Por ahora debía sacar los Taiyakis del horno y después llevar la correspondencia a la oficina y esperar a que llegara su marido.

💐🌸
















Ramito de violetas 💐🌸   //   MaitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora