Los Mensajeros de la Muerte

#10: Asalto a Springs Lobby

El día había llegado. Ahora solo era cuestión de esperar que diera la hora. Casi no dormí. Estaba demasiado emocionado por lo que iba a pasar. La verdad no podía aguantar las ganas para ir a Springs Lobby y patearles la cara a mis adversarios.

Una noche antes ya había hablado del asunto con Amanda, pero en vez de apoyarme, me cito muy temprano en su casa. No se la verdad porque rayos quería que fuera, pero no parecía algo tan importante.

Llegué a las 9 a la casa de Amanda. Toqué varias veces, hasta que su abuela me abrió la puerta:

-Oh, joven Lance, Amanda te está esperando en la sala…-

-Gracias, señora- respondí mientras entraba. Y ahí estaba Amanda, sentada, vestida con un vestido rosa muy claro y con encaje, estaba cruzada de piernas y con los brazos cruzados. Se veía muy hermosa:

-¿Qué pasa, Amanda?- le dije sentándome enfrente de ella, enm una sillita del comedor

-Todo lo que me comentaste ayer despertó mi entusiasmo- sonrió -Y he decidido acompañarte-

Mis ojos se abrieron como platos al escuchar eso:

-¿¡Qué?!- exclamé -¡No, no! ¡Para nada, me niego!-

-¿Pero porque?- me preguntó Amanda, poniendo ojitos de perro regañado

-¿Sabes a donde vamos, verdad?-

-A Springs Lobby, por supuesto- se rió mientras ponía la mano en su boca

-¡Exacto!- grité histéricamente -¿Si sabes que hay allá?-

-Emm no-

-¡Yo tampoco! ¡Es totalmente desconocido! ¡Por eso no quiero que vengas!-

-Pero Lance…- me repeló -Créeme que he tenido entrenamiento en estos meses, tú no eres el único que ha entrenado- me guiñó el ojo

-A ver…- me tranquilicé mientras respiraba, no quería a Amanda en ese viaje, la quería a salvo -¿Qué has hecho?-

-Sentadillas, lagartijas, abdominales…- contó eso ultimo con un dedo -Compré una katana y puse un tronco en el patio para entrenar. Además fui a clases espirituales para mejorar mi “poder interior”- hizo comillas con sus dedos

-¿Por qué entrecomillas la palabra poder interior?-

Se encogió de hombros:

-La verdad no estoy muy segura de lo que sea, pero el punto es, que estoy psicológicamente preparada para ir en esa aventura y patearle el trasero a unos cuantos enemigos-

Sonrió al final de esa frase, y su sonrisa pareció emitir un extraño brillo. Suspiré fuerte y me tapé la cara con las 2 manos. Sentí como ella me tocaba el hombro, me quité las manos de la cara y ella se enculilló enfrente de mí:

-Lance, soy tu novia, deberías confiar en mí-

-Confío en ti- le dije -Pero no quiero que te pase nada-

-¿Por qué no confías en que no me pasara nada? Soy una chica ruda, y ningún Angel o ninguna J.S. Viper podrán derrotarme-

Le sonreí, pero aun estaba disconforme con lo que quería hacer. Era demasiado peligroso como para ella, y no quería que le pasara nada. Me puse una mano en la barbilla y pensé profundamente sobre su asunto:

-Hijo- volteé rápidamente. Era la abuela de Amanda -La verdad no tengo ni la mas mínima idea de lo que están hablando pero cuando yo era joven era alpinista…-

-¿Alpinista?- sonreí -¿En serio?-

-Así es. Escalaba las más altas montañas en todo el mundo. Era una profesional y amaba lo que hacía, pero muy pronto la edad empezó a carcomerme así que tuve que abandonar eso. Pero el punto es, que el alpinismo era muy peligroso. Y aunque fuera peligroso yo lo hacía. Y creo que prohibirle algo a Amanda solo por ser peligroso es para mí, inaudito. Yo también estuve muchas veces al filo de la muerte y, a pesar de que tenía miedo a veces, no me rendía y seguía escalando, porque amaba lo que hacía. Y si moría, moriría haciendo lo que más amaba…-