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Que me puede ya importar Si lo que me hace llorar Está lejos de aquí
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No lloró ni siquiera cuando llegó a la enorme casa; menos si sabía que compartía habitación con Ran. Pero no logró conciliar el sueño por un montón de días y cuando lo hacía te veía entre un pastizal tomando de su mano con una sonrisa: lagrimeaba sin querer por lo que él sabía que tenía que levantarse.
Vivieron pocas cosas juntos, sin embargo, esas pequeñas ocasiones hicieron que tú te proclamaras como la reina de sus pensamientos aun cuando te pidieron estar en reposo fuiste a visitarlo al centro penitenciario. Agradeció tanto que nadie se enterara en ese momento.
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