𝐒𝐈𝐍 𝐓𝐈 ‹ 𝗋𝗂𝗇𝖽𝗈𝗎 𝗁𝖺𝗂𝗍𝖺𝗇𝗂 ︐

- final -

Sin ti;
Es inútil vivir, como inútil será
El quererte olvidar

── ¿Desde cuándo jodes tanto con una puta fecha? ──le reclamó Takeomi al ver que no quería ir a hacer un trabajo en una fecha tan sensible para él.

── Akashi, mejor cállate la maldita boca si no sabes la razón. ──contestó Hitto por él.

── ¿No importa si tardo más en hacer la estupidez que quieres? ──

── Importa mucho, ese día llevaremos a cabo algunos movimientos dentro de sus clubs por lo que necesitó que tú estés todo el día dentro, Ran se encargará de recoger y entregarte la carga. ──

── ¿No lo puede hacer Sanzu? Yo no trabajo ese día, Mikey lo sabe. ──

── Estás jug- ──

── Takeomi, cálmate o te cortaré la lengua. ──le dijo Mikey al terminar de comer un pequeño pan.── Mocchi estaré en su lugar, se hará así porque yo lo digo, no lo jodas. ──

Únicamente sus pasos se escuchaban en los alrededores. Consigo llevaba un gran ramo de rosas
¿Cuántos años habían pasado? Diez...

Diez; mucho tiempo. No recordaba tu voz mucho menos tu risa, pero tu sonrisa nunca la olvidaría. Dejó las rosas encima de tu nombre para luego hincarse a rezar por ti. Ahora eres su ángel que lo cuidaba desde lo más alto, posiblemente eras de las favoritas de Dios.

Era raro ver a alguien tan joven y elegante como él, visitar una tumba tan pobre. Nadie se aparecía ningún otro día, solo él que siempre te pensaba. Hacía tantas cosas tan malas en todo el año que inevitable siempre tardaba más de una hora contándote sus horribles hazañas; hice esto, hice lo otro por favor perdóname dónde quieras que estés.

Después de ir a visitarte encendió la televisión para distraerse un rato y cayó en cuenta que la medicina había avanzado tanto que se había enterado de que tu enfermedad ahora por fin tenía cura. Lo había resentido tanto que se echó a llorar. Cada lágrima retenida por un montón de tiempo por fin vio la luz verde de salida.

Era como si le estuvieran hablando a él, muchas veces trato de buscar otras personas para salir, sin embargo, sus pensamientos le hacían recordarte: tu carita inocente junto a tus ojos llenos de lágrimas le hacían parar. Sentía como te estuviera engañado y eso no se lo permitiría.

Sabía que estaba mal, pero su corazón todavía te seguía esperando, te necesitaba tanto para ser feliz y aunque los años pasaran en lugar de olvidarte te extrañaba cada vez más haciendo el sentimiento más fuerte.

Lo que sabía era que te amaba y lo haría para siempre.