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-"Puedes llevarlos a casa y decirle a papá que yo los envió? Él los va a ayudar" le dijiste al chofer mientras se llevaban a la madre y al niño

Volteaste a verlos asistiendo, dandoles a entender que iban a estar bien.

Viste como se marcharon y suspiraste levemente, habías pasado por unas horas muy tensas.

-"Toma esto" Oiste la voz de Kokonoi detrás de ti mientras te extendía una bolsa

-"Mm? Pensé que te habías ido" comentaste viendolo con curilsidad

-"No te iba a dejar que regreses a tu hogar sin un calzado" respondió aún con su brazo extendido hacia ti, esperando a que tomes la bolsa

Observaste un momento en silencio, antes de aceptar su regalo, diciendole un pequeño gracias mientras abrias el paquete para colocarte las hermosas sandalias que te había conseguido.

-"No entiendo por qué sigues ayudando a los demás, cuando ellos no te darán nada a cambio" él comentó mirando a un lado

-"No necesito que me den algo a cambio, simplemente lo hago porque puedo y me da alegría verlos felices" respondiste en calma

-"No crees que es un desperdicio? O que algún día les darás la mano y te tomarán el brazo entero? Que puede llegar a ser peligroso la humildad que tienes?"

-"Te preocupas por mi?"

-"...Desde ese día que te fuiste, nunca dejé de pensar en ti, ni un sólo momento, eres lo único que me queda, la única que no me ha dado la espalda, al menos no de manera directa"

-"Qué hay con Seishu? Y Akane? Ellos-?"

-"Akane está felizmente casada con su amado amor de la adolescencia, ni siquiera me dirige la palabra, demasiado feliz con toda su nueva vida... Seishu se ha mudado incluso de país, se casó con una artista y tienen una hija... Él incluso ha empezado a tener renombre por sus pinturas..."

-"Oh si, lo sé, él me ha regalado algunos cuadros preciosos" Sonreiste bajo tu máscara

-"Sólo me quedas tú... También te vas a alejar de mi? De nuevo? Al menos si lo harás, dímelo bien, así no me quedaré año siguiendo tu fantasma y anhelando tu recuerdo"

Ese era un momento clave, para decidir si avanzar o huir.

Parecían haber unas flores interesantes en el camino al abismo misterioso.

-"Hajime... Si no me obligas, no huiré de ti" le respondiste

-"Así que solo debo depender de mi y del tiempo?..."

-"Así es" Asentiste "Mayormente de ti mismo"

Acercaste tu mano a su rostro, acariciando su mejilla.

-"Muestrame en que hombre te has convertido... Sin ocultarme nada..." agregaste

Él sujetó tu mano, evitando que te separes.

-"Pero, y si no te gusta en lo que me convertí?..."

-"Bueno-"

-"No" te interrumpió mirándote con determinación "Si no te gusta como soy ahora... Puedo volver a cambiar... Haría todo para ser digno de ti..."

-"Crees que ahora eres digno para mi?"

-"A tantas mujeres les atrae mi fachada... Que por un momento creí, que tú también reaccionarias igual... Lamento por haberte comparado con otras..."

-"Huh... Pensando que soy como las demás 'estrellas'?" preguntaste

Él alzó la mirada, viéndote con pánico, sabiendo que había hecho algo mal.

Separaste tu mano de tu rostro al escuchar unas bocinas.

-"Recuerda bien Hajime... No soy como todas las estrellas... Soy una... Preciosa luna, si?" Sonreiste "Soy única en este mundo..." te alejaste moviendo tu mano de lado a lado "Nos vemos, Hajime"

Se quedó observandote como te marchabas para subir a aquel auto e irte.

Mi luna...

Perdona la audacia que tuve de rebajarte de esa forma...

Sonrió levemente tocando su mejilla.

De nuevo es... Nos vemos, y no un adiós.

Mi hermosa luna - Kokonoi x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora