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-"Te agradezo mucho lo que hiciste Hajime" mencioneste viendo como él colocaba su abrigo sobre tu cuerpo

En aquella subasta, te habían dejado en ropa interior para que los compradores pudieran ver mejor el 'producto'.

-"Te dije que te daría hasta el último centavo que tengo" sonrió acariciando tu mejilla

-"Juro que te devolveré lo que gastaste en mi-"

-"No lo hagas" dijo enseguida interrumpiendote

-"Uh?... No me digas que no quieres que te devuelva el dinero porque de esa forma se 'rompería' la compra, volviendo a conseguir mi propiedad?" preguntaste en una leve mueca

-"No es eso, no hace falta que me devuelvas nada, y puedes seguir tranquilamente con tu vida, solo quiero verte feliz, de acuerdo?" acomodó tu cabello detrás de tu oreja para apreciar mejor tu rostro sonriendote

Lo observaste durante unos momentos, devolviendole la sonrisa.

Debajo de aquél abismo...

Puedo encontrarme con las más hermosas flores...

Pero algunas tendrán espinas...

No estaría tan mal... Verdad?

Él se lanzó al abismo donde me encontraba sin dudarlo, y ha tolerado los rosales para encontrar bellas rosas...

Entonces...

Me lanzo.

-"Hajime" mencionaste "Al menos dejame darte algo, de acuerdo?" dijiste tomando su mejilla

Ese pequeño acto realmente sorprendió al hombre, mirandote con asombro.

Se quedó paralizado en su lugar cuando sintió tus suaves labios sobre los suyos.

Finalmente, había conseguido lo que hace tanto tiempo había deseado.

Y le alegró tanto que fuese distinto a aquel primer beso que tuvo.

Sintió una inmensa explosión de emociones provenientes de su pecho, sus latidos se habían acelerado, sus mejillas ardian, sus manos temblaban con cierto nerviosismo emocionante ya que no sabía que hacer con ellas, sus labios se apegabana a los tuyos, no queriendo separarse de estos.

Te separaste lentamente, viendo como él se acercó inconscientemente hacía ti en busca de tus labios.

Rodeó tu cintura con sus brazos y apoyó su mejilla en tu pecho, mirándote con amor.

-"Ah... Espere... Tanto por esto... Por algo tan simple..." dijo en un suspiro enamorado "Se sintió tan bien... Tan bien... Yo sabía que estoy enamorado de ti... Pero con ese beso... Mis sentimientos solo se han vuelto más intensos..."

-"Más intensos?" reiste leve "Eres un hombre insistente... Tengo que reconocerlo" acariciaste su cabello

-"Entonces, esto significa que finalmente me aceptas?"

-"Digamos que si" asentiste "Me he sumergido en lo más profundo de tu ser... Y estoy dispuesta a estar contigo, porque realmente tengo sentimientos hacia ti... Es solo que... Yo-"

Sentiste sus labios sellar los tuyos con un beso y luego se separó en una sonrisa.

-"No hace falta que me des explicaciones... Soy realmente feliz con saber que me correspondes... Eh- no le da manera de pertenencia! De la forma en que- es que con lo de- yo no-! Ah... Puedes callarme? Estoy arruinando todo..."

Soltaste una risilla para acercarte a él besandolo de nuevo, para mantener su boca cerrada.

Hajime te llevó hasta tu hogar, en donde tu padre te recibió con suma preocupación.

-"Tiene que enseñarle a su hija a no ser tan buena, se ha metido en problemas por ello" Kokonoi comentó

-"Ah... Muchas gracias por ayudar a mi pequeña! No sé que hubiera hecho si algo le pasaba... Ella es todo para mi" tu padre dijo

-"Para mi igual..."

Tu padre y abuela, quien había llegado recién a la escena para recibirte, lo miraron con sorpresa.

-"Uuh! Este es tu admirador secreto cariño?? Es un muchacho muy guapo! Deberías darle una chance! Ay puedo imaginarme lo lindos que se verán mis bisnietitos, si lo hacen a tiempo puedo llegar a verlos así que apurense!" comentó tu abuela riendo

-"Suegra! No es muy tarde para usted??? Debería ir a dormir!" tu padre dijo con un tic en el ojo

-"Blah! Respeta a tus mayores! Y a los menores! Que ya son adultos! Pueden tomar sus propias decisiones!" lo regaño la mujer

Entre la discusión de ambos, volteaste a ver a Koko y le sonreiste.

-"Nos vemos mañana, te amo" dijiste lanzandole un beso

Esas palabras llenaron el vacío que siempre había sentido.

Mi hermosa luna - Kokonoi x Lectora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora