En mi siguiente reunión en la casa de Carlos, lo primero que hice cuando tuve la oportunidad, fue regresar la foto que me había llevado a escondidas de los pies de su Tia. El sobre con las demás fotos estaban justo donde yo las había dejado. Estuvimos unas horas trabajando y decidí tomar nuevamente las fotos y empezarlas a ver en frente de él. Las veía como con curiosidad esperando que el dijera algo pero siempre tan callado solo seguía viendo la computadora y trabajando. Rompí el hielo y le pregunté: - Y estas fotos cuando fue que las tomaste? – Hace ya varios meses – me contestó. – Me arme de valor y le dije – Y en verdad son los pies de tu tía? Son bonitos parecen como de una jovencita – Me contestó con una sonrisa de aprobación – Si. Eso es lo que me gusta. A veces le doy masajes – Ese comentario me sorprendió. Con curiosidad le pregunté:– Y que tal? – Él me contestó - Son suaves. A veces se los beso también – Fue mi sorpresa numero dos. Me lo dijo como si nada, muy descaradamente. En eso me quitó las fotos de la mano y las empezó a ver y me dijo – Estas se las tomé hace un tiempo. Primero me dio permiso para tomarle fotos ya luego me dejó olerlos y besarlos. – Me excitó con esa conversación. Su tía estaba ahí mismo viendo la tele pero obviamente sin entender nada de lo que hablábamos. Le pregunté – Y tu familia sabe?
-No, porque mi mama se enojaría.
- Y has tenido cosas más serias con tu tía? - Le pregunté sorprendido.
- Nooo, para nada. – Me contestó igual de sorprendido por mi pregunta. – Yo solo juego con sus pies.
-Y a ella le gusta?
-Si. Pero realmente lo hace para complacerme.
En eso pensé que le insinuaría que era fetichista. Realmente no me nació decirle abiertamente que lo era. Pero le dije:
-Tienes suerte!! Los pies están bien bonitos
-Yo le pago el pedicure.
-En serio?
-Si es como la condición para que me deje besarlos.
-En verdad están muy bonitos - Volvi a decir para que se diera cuenta – No me puedes prestar algunas de estas fotos?
Este comentario funcionó a la perfección. Por primera vez me miró a la cara con cara de asombro. Me preguntó:
-En serio te gustan?
-Si
- Ok. Te las presto pero me las devuelves y no se las enseñes a nadie.
Yo acepté, escogí unas y las metí en mi maletín. Esa noche en mi cuarto las coloqué por todo el piso y me masturbé de lo más rico, en varias ocasiones viéndolas a cada detalle..
Al día siguiente en la misma escuela me preguntó sobre las fotos. La conversación fue mas o menos asi:
-Que te parecieron las fotos?
-Tan buenas. En verdad tu le pagas el pedicure?
-Si, y entonces? Te masturbaste o que hiciste con ellos?
No me atreví a decirle la verdad. Le contesté
-No solo las estuve viendo.
-Y no te masturbaste?
-No pero lo pensé – Seguí mintiendo – Tu te masturbas con esas fotos?
-Si
Obviamente la conversación ya se volvió totalmente fetichista. La pregunté:
-Oye pero es tu tia!!! Es hermana de tu mamá o de tu papa?
-De mi mamá. Hey, pies bonitos son pies bonitos, yo desde niño siempre me fijaba en sus pies y ahora que los puedo besar y todo, lo de menos es que sean de una tia.
-Y como te atreviste a besarle los pies?
-Jaja. Fue poco a poco. Empecé tomándole fotos y a veces me masturbaba escondido viéndole los pies. Uy una vez me agarró totalmente infraganti tomándole foto y ni modo, le dije que me gustaban sus pies y que por eso le estaba tomando fotos. Ella esta medio loca y como que sintió curiosidad y empezó a modelarlos asi que ahí empecé a tomarle fotos de cerca. Luego le pregunté si podía darle masajes, agarrarlos y olerlos. Hasta hace un par de meses ya se lo empece a besar.
-Que bien y en tu familia nadie sabe?
-No, con todo y lo loca que es, no se lo dice a nadie.
Luego el me preguntó directamente:
- Y tu que? En serio también te gustan los pies?
– Si, siempre me han llamado la atención.
- Y has besado algunos pies?
Agarre aire y le contesté con un gran alivio de contar algo que no le había dicho nunca a nadie.
- Si. A varias primas mias. Pero solo mientras dormían o en algunas ocasiones jugando a hacerle cosquillas y cosas asi.
- Vaya. Interesante. Pensé que era el único que le gustaban los pies.
- Yo también.
Esta conversación fue genial. Me sentía desahogado de por fin conocer a alguien con mi mismo gusto. Creo fue la única vez que hablamos tan directo. Yo había pensado empezar conversaciones sobre los pies de nuestras compañeras de clases o cómo nos gustaban los pies, pero la verdad nunca se presentó tal oportunidad. Pero con la Tia las cosas iban a avanzar sorprendentemente.
Continuará....
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Los pies de la Tia de Carlos
RomanceEsta es la historia de mi experiencia con los pies de la tía de un compañero de la escuela que tuve la suerte de conocer, quién tenía el mismo gusto por los pies que yo pero además tenía los pies de su Tia para disfrutar.